Estadísticas oficiales

Roger Mario López*rmarioEn ‘Rebelión en la granja’ -libro de George Orwell- se cuenta la historia de unos animales que, liderados por una casta de chanchos y basados en las teorías conspirativas de un cerdo sabio, deciden rebelarse contra los humanos que los ‘explotan’.La trama del libro muestra cómo los líderes porcinos basados en promesas de libertad y mejores días -casi siempre mentiras-, mantienen a los demás animales dóciles y trabajando para ellos pese a que es evidente el deterioro de la calidad de vida en la granja después de la revolución; sin embargo cuando los animales ven que frecuentemente recortan las raciones alimenticias, el líder manda rápidamente a su súbdito encargado de las finanzas para que, con las estadísticas oficiales, haga ver a todo el pueblo que su sentimiento general de insatisfacción es producto de su imaginación y que en realidad –porque las estadísticas lo dicen- nunca pudieron haber estado mejor.Esta narración se revela muy parecida al futuro que podría sobrevenir en Bolivia; por ejemplo, ante la baja de más del 50% del precio del petróleo que golpea a nuestra economía y que, aunque todos nos damos cuenta, implicará días de vacas flacas, el gobierno anuncia que esta caída no afectará a Bolivia o que nuestro país es el mejor preparado para hacer frente a la crisis; y, aunque todo esto pudiera ser verdad, de todas maneras vemos cómo el gobierno ha ido tomando medidas que, por muy antieconómicas que puedan ser, servirían para que al final del año las estadísticas del PIB (crecimiento económico) nos ‘demuestren’ que estamos mejor que antes. Si no, ¿por qué se dan créditos de vivienda ‘social’ al 100% que incrementaría la construcción (crece el PIB), se prohibiría la importación de autos (crece el PIB), se construyen ‘megaobras’ públicas (crece el PIB) y ahora también la Gestora Pública para echarle mano a los ahorros de los jubilados (crece el PIB)? Todo esto a cuenta de las futuras generaciones y tal vez, a costa de un mayor bienestar presente. Pero, como ya lo mostraba Orwell, todavía hay que ver qué nos dicen los gobernantes con las estadísticas oficiales.*Estudiante de Economía