Ideas para el debate sobre el Pacto Fiscal

Paz Padilla OsinagapazAhora que el país en pleno ha entrado a debatir los conceptos sobre los cuales debe llegarse a un acuerdo para el futuro Pacto Fiscal, es importante que la sociedad civil también de su opinión sobre el tema, para ello propongo cuatro pilares sobre los que, a mi criterio, deben girar los debates:1.- En el último tiempo se han distribuido los recursos públicos (IDH) en base a la cantidad de población que habita en un determinado territorio, esto ha favorecido a los municipios con mayor población y, estos, han logrado consolidarse asistiendo a sus ciudadanos con una mejor oferta de servicios básicos, salud y educación, pero también ha generado macrocefalia urbana ya que la población emigra hacia sitios en donde existen mejores oportunidades. Creo que una revisión de este factor es importante para revertir esta migración y, de esa manera, poder generar inversión en áreas despobladas para que se abran nuevos polos de desarrollo y se repueble nuevamente el territorio nacional.2.- Para nadie es desconocido que en Bolivia existen asimetrías, es decir que existen municipios que tienen un bajo grado de desarrollo y otros que están a la vanguardia, para corregir esto se debe, en base a los datos del último censo, apoyar a los municipios que están deprimidos potenciando su capital humano para que puedan abrir nuevas oportunidades de desarrollo y de esa manera se pueda equilibrar la balanza entre las regiones. En este punto se debe reconsiderar el concepto de ciudadanía, ya que por hoy, solo las capitales de departamento y de provincia, cuentan con delegaciones de Justicia y de la renta, por citar algunas. Un ciudadano que quiere abrir una empresa debe viajar muy lejos para inscribir su emprendimiento y no puede tributar allí donde se realiza la obra, esto impide que se tribute de manera adecuada y el país pierde recursos por este concepto. Cada capital de municipio debe tener un aparato burocrático capaz de atender a los ciudadanos, esto permitirá que los profesionales puedan trasladarse hacia esos lugares ya que se abrirán nuevas oportunidades de empleo. Esto hará que los ciudadanos no se sientan indefensos ante la delincuencia, sentirán que tienen apoyo cerca y oportunidades para desarrollarse adecuadamente. Y si el capital social de un municipio aumenta, se irán mejorando las propuestas de los futuros candidatos, no solo a Alcaldes, sino a legisladores departamentales y nacionales. Una meta a lograr para que estas asimetrías se reduzcan es que los gobiernos municipales dejen de ser administradoras de recursos para que empiecen a planificar y a legislar su destino, pero conectados a la región y al país. Hoy por hoy muchos son gobiernos municipales o departamentales “autistas” sin visión de largo plazo.3.- Para reequilibrar los dos puntos anteriores se debe reconceptualizar lo referido a la “gobernanza”, que por hoy solo tiene tres pilares como son el Estado, los Gobiernos Departamentales y los Municipales, a ellos se debe agregar los Gobiernos Universitarios ya que reciben fondos públicos y son un estamento estratégico para el desarrollo nacional. Y sumaría, como observadores y beneficiarios, a los sectores privados y a los sectores sociales. De esta manera el concepto de planificación debiera tomar en cuenta estos cuatro estamentos y dividir honores al 25% en lo referido a la planificación y al 100% en la inversión. Esto implica que un municipio, una gobernación, la universidad y el Gobierno Central, a la hora de planificar, debe tomar en cuenta que los otros tres tienen una planificación a la cual se deben ajustar y, cuando un proyecto se aprueba, los otros tres también tienen responsabilidades económicas, de esta manera se logrará una inversión saludable. Esto debe ser obligatorio, así se evitará que haya una inversión discrecional donde prime el interés político. A su vez, el Gobierno central debe tomar en cuenta las Agendas internacionales ya que como Estado asume compromisos para invertir recursos para apoyar a superar los problemas comunes de la humanidad, por esta vía al Estado le ingresan una buena cantidad de recursos y, estos, también deben estar disponibles para las gobernaciones, los municipios y las universidades. En este debate deben estar los arriba mencionados, pero también deberían participar los movimientos cívicos, los movimientos sociales, las subgobernaciones y las autonomías indígenas que, en un futuro muy cercano jugarán un papel importante en el desarrollo político y cultural del país.4.- En el último tiempo el Estado Boliviano, en sus tres estamentos, se ha dedicado a invertir recursos en agua, luz, caminos, educación y salud,  pero solo en infraestructura y, al parecer, la tarea ya está siendo cumplida, al menos en las capitales de departamento y en algunas gobernaciones productoras de hidrocarburos. Las que producen minerales tienen la tarea pendiente porque sus tributos no son suficientes para cumplir estas metas. Pero es importante destacar que el universo de personas involucradas en la explotación de materias primas, llámese hidrocarburos, minerales, recursos forestales, áridos o agropecuaria, en cuanto a generación de empleos no llega ni al 40% de la población, un 20% es funcionario público y el saldo está en la economía informal. Hacia donde deberían orientarse los recursos, creo que a lograr un desarrollo humano sostenible en el tiempo para que no dependamos de la explotación de materias primas con los consecuentes vaivenes de los precios internacionales.Muchas de nuestras industrias no son competitivas por falta de tecnología. Aplicar tecnología moderna a nuestro parque industrial implica reducir personal y eso conlleva que el universo de desempleados aumente dramáticamente, por lo tanto es una ecuación difícil de resolver y debemos cargar con productos competitivos en calidad pero no en precios. Invertir en tecnología es el mejor camino, en especial en los jóvenes para que ampliemos nuestro universo productivo y podamos generar nuevos emprendimientos, abramos nuevos mercados y mostremos nuestro potencial, no solamente como proveedores de materia prima semiprocesada, sino con productos acabados y de alta calidad.Convertirnos en una sociedad económicamente fuerte y que consuma sus propios productos y tenga excedente para adquirir lo que no produce, debiera ser la meta, mantener a la población con bajos ingresos y sin opciones de consumo, solo para garantizar la estabilidad monetaria, es algo que debemos superar. Para eso debieran servir los recursos y hacia allá debiera orientarse el nuevo Pacto Fiscal. Invertir en educación es importante y aquí la Universidad juega un papel fundamental, con una salvedad, que la misma debe planificar en función de las capacidades de las personas y del potencial de territorio. La universidad debe desconcentrarse hacia las provincias con carreras técnicas adecuadas a las necesidades del entorno y con visión de futuro para generar nuevos polos de desarrollo.A esto agregaría un detalle importante. Bolivia, por su componente cultural, por su herencia cultural, tiene un conocimiento ancestral importante que no está siendo utilizado. Ese conocimiento –que es tecnología porque las personas, mediante la experiencia, han encontrado las soluciones a sus propios problemas- corre el riesgo de perderse si no se le brinda la oportunidad de convertirse en un “valor”. Esto implica que debemos lograr tecnificar a nuestra gente para que se incorporen como mano de obra calificada y puedan también transmitir sus conocimientos y aportar al desarrollo nacional. Ejemplos existen muchos y este no es un espacio para ese debate.Empezar a invertir en desarrollo humano significará que a futuro tengamos un país trabajando con todo su potencial, de manera armónica y con sus heridas sanadas en donde no importe el credo, la lengua, la cultura y la posición económica, sino que todos tendremos oportunidades de desarrollar todo nuestro potencial y construiremos un país pujante y digno.Creo que estas son algunas ideas, al igual que otras, que debieran ser tomadas en cuenta a la hora del debate ya que en estas discusiones por el Pacto Fiscal, estaremos diseñando la nueva Bolivia y, si no prima la amplitud, seguiremos cometiendo los mismos errores de diseño que se han cometido en el pasado y no lograremos avanzar hacia donde queremos.