Rousseff cuida la economía de Brasil como una «ama de casa»

La mandataria justificó el ajuste fiscal que promueve para sanar las cuentas del Gobierno y lo comparó con las medidas que se toman en el ámbito doméstico.

La presidente de Brasil, Dilma Rousseff, defendió hoy las medidas que ha adoptado para reducir el gasto público y garantizó que tiene «el coraje suficiente» para impulsar «los cambios que sean necesarios».



La mandataria, que participaba en un acto público en la ciudad de Feira de Santana, en el estado de Bahía, reiteró que el ajuste de las cuentas públicas no afectará ninguno de los programas sociales de su gobierno.

No obstante, afirmó que «cuando es necesario corregir, hay cosas que uno corrige», y ratificó que el Gobierno debe «hacer ajustes», tal como «una madre, una doña de casa, lo hace en su hogar».

Ese ajuste fiscal, que implicará una fuerte reducción del gasto público aún no precisada, permitirá «generar más empleo, asegurar la renta y hacer que Brasil siga creciendo, pero en forma más acelerada», dijo la mandataria, pese a que la economía nacional está, según todos los analistas, al borde de una recesión.

En los últimos cuatro años, la economía brasileña ha combinado un bajo crecimiento con elevadas tasas de inflación, y ese cuadro tiende a empeorarse, de acuerdo con una encuesta realizada semanalmente por el Banco Central entre expertos del mercado financiero privado.

SE ESTIMA QUE LA ECONOMÍA BRASILEÑA SE CONTRAIGA UN 0,5% ESTE AÑO

En la última edición de ese sondeo, divulgada el lunes, los analistas consideraron que la economía brasileña se contraerá este año un 0,5 por ciento y que la inflación subirá hasta el 7,33 por ciento.

El Gobierno, por el contrario, trabaja con una proyección de crecimiento del 0,8 por ciento y mantiene una meta de inflación del 4,5 por ciento, con una tolerancia de dos puntos porcentuales, lo que sitúa la meta en un máximo del 6,5 por ciento.

Fuente: www.infobae.com