Cumbres borrascosas

Álvaro Riveros TejadaAlvaro-Riveros-Tejada31111Quienes cifraron esperanzas en que la VII Cumbre de las Américas marcara una inminente derrota de los EE.UU. deben sentirse profundamente afligidos, ya que dicho evento, antes de constituirse en un ring de boxeo donde capitalistas vs. socialistas se sacudirían inmisericordemente, al igual que en la serie Rápidos y Furiosos, se convirtió en un reality show donde, como todos los actos desde la fundación de la OEA, fueron hábilmente manejados y digitados por los gringos.Como previsto, el triunfador de este encuentro fue Raúl Castro que, ante la apremiante situación económica que asfixia a la isla, con las llaves que el Tío Sam le dejó bajo el felpudo logró abrir las puertas del Imperio, cerradas hace 5o años y, mostrando luego sus mejores dotes de funámbulo, aún sin obtener nada a cambio de parte de Obama, pero con la esperanza de  conseguirlo en breve, pateó la escalera y dejó a sus aliados colgados de la brocha, cuando pintaban el mundo de Oz comunista que durante medio siglo Cuba les había descrito como el paraíso sobre la tierra.En lo que a las relaciones de Venezuela y Cuba respecta, el provecto dictador recreó magníficamente bien aquella historia que trata de la empresa formada entre un vividor pobre y un nuevo rico codicioso, donde el primero ponía la experiencia y el otro el capital, al final de la partida Cuba se quedó con el capital y Venezuela con la más amarga experiencia.Entretanto, el premio consuelo para Maduro consistió en un apretón de manos y un aparte de diez minutos con el morocho Emperador, que lo obnubiló y fue calificado por el mismo Maduro de cordial e histórico. Como Don Quijote a Sancho Panza, antes de asumir la gobernación de la Ínsula Barataria, Obama le aconsejó que devolviese a Venezuela, para usos más apremiantes, las cuantiosas resmas de papel que llevó consigo, portadoras dizque de más de diez millones de firmas, solicitando el levantamiento o derogación del decreto que señala a Venezuela como una amenaza contra la seguridad de los EE.UU. Al final, se convino que dicha disposición continúe inmutable e inmodificable.Con referencia a Bolivia y su relación con la Cumbre, las noticias no fueron tan halagüeñas ya que Castro, en declaraciones transcritas por Página Siete, reconoció y calificó al gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada como un “gobierno amigo”, al recordar que fue éste el que devolvió los huesos del Che a Cuba  y olvidó mencionar a nuestro Líder espiritual y el arroz que éste mandó en horas de hambruna a la isla.Tampoco se cumplió la profecía emanada desde el Palacio Quemado afirmando  que el Gobierno de Estados Unidos sería desenmascarado en la VII Cumbre de las Américas de Panamá, por su intervencionismo y doble moral en la lucha antinarcóticos. Los hechos confirmaron lo contrario, pues fueron muchas las máscaras que cayeron en este encuentro, lo que vaticina que las próximas serán cumbres borrascosas.