Venezuela, más pobre que nunca

Javier Paz Garcíajavierpaz177__thumb21211El Estado venezolano ha recibido en la última década mucho dinero como para transformar la nación y mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos. Hoy Venezuela es el país de la escasez y, como reza un dicho, no hay pan más caro que el que no hay. Los ciudadanos de ese país, no importa si son ricos o pobres, tienen que hacer peripecias para conseguir productos tan básicos como la leche o el papel higiénico y, por supuesto, tienen que racionarse, tanto para comer como para defecar.Acusar de esta suerte a la caída de precios del petróleo o a alguna conspiración yanqui es una tontería: el precio del barril cuando Hugo Chávez asumió la Presidencia era de alrededor de 20 dólares, hoy está por los $us 50. Buscar las causas de la crisis venezolana en la ineptitud de Nicolás Maduro tampoco es correcto. Lo cierto es que la crisis comenzó a fraguarse el día que Hugo Chávez ganó la Presidencia de Venezuela por primera vez. La receta chavista es sencilla: tirar la casa por la ventana y gastar, gastar y malgastar hasta morirse y, en el ínterin, gozar de una popularidad abrumadora y vivir una vida de rey. Después de todo, el problema no será para Hugo Chávez, que ya está muerto, ni para sus hijas, que tienen asegurada una fortuna suficiente para vivir echadas de panza en la mejor mansión suiza si así les place; y ni siquiera para el inepto de Nicolás Maduro, que no sufre de escasez de papel higiénico, carne o leche, y para quien ni siquiera su escasez de materia gris es un problema y que también, con toda certeza, ya tiene asegurada una sustanciosa herencia. Quienes sufren las consecuencias del populismo son el 90% de los venezolanos que no tienen contactos con los funcionarios de Gobierno, no pueden conseguir privilegios especiales y tienen que hacer cola para comprar una cantidad racionada de productos básicos.Hoy Venezuela está peor que en 1998, y lo grave es que no se vislumbra una salida. Maduro va a salir algún día y el chavismo seguramente se va a acabar, pero la situación paupérrima a la que estos gobernantes han conducido a Venezuela no se arregla con un cambio de régimen y ni siquiera con un par de años de buenas políticas. Los venezolanos están con el excremento hasta la nuca y no tienen ni para papel higiénico.El Deber – Santa Cruz