Anoche Julio Terrazas habló sobre la visita de Jorge Bergoglio a Bolivia y expresó su admiración a quien considera muy amigo. Realizó algunas críticas.
En una entrevista concedida al programa Caballero Pregunta, que conduce Julio César Caballero en Cadena A, el cardenal Julio Terrazas, recuperado, dijo estar esperanzado en que la visita del papa Francisco ayude a cerrar las heridas abiertas en Bolivia.
“Si hay muchos países que han tardado tanto en decir dialoguemos y alcanzar la paz, espero que llegue el día en que todos en Bolivia quieran participar y sentarse en la mesa del Reino, que es la mesa de la unidad, del diálogo, de la justicia, del respeto y de la dignidad de cada persona”, enfatizó.
La unidad es posible, por eso el papa promueve la búsqueda del diálogo interreligioso, con los creyentes, con otras religiones y con los que niegan a Dios, para que todos puedan caminar hacia la luz.
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Agregó que en el país se ha querido establecer un Estado laico y que eso se respeta porque este término se refiere al pueblo de Dios. Ahora, prosiguió, lo que la Iglesia católica no puede admitir es el laicismo de algunos líderes que piensan que hay que derrochar todo lo posible desde las arcas del Estado para terminar con la potencia de la Iglesia y van tejiendo historias.
“Ojalá que aquellas personas, que pretendiendo ser dioses no dan pasos de libertad y caen en sus propias redes, también escuchen al papa y conozcan a nuestro Dios… Los que mueren ya no hablan, pero mientras el hombre pueda moverse, tiene derecho a gritar que respeten su libertad”, remarcó.
Destacó la personalidad del pontífice y sostuvo que es una persona muy humilde y sencilla que siempre quiere estar al lado de los ancianos, de los más necesitados y desvalidos, por eso su pedido de visitar a los privados de libertad. En su criterio, Bolivia no va a acabar con el delito con más cárceles, sino con más educación y más respeto, y que acercarse es la mejor forma de ayudar a cambiar el corazón de las personas que erraron el camino.
Está feliz de que Bergoglio se vaya a alojar en la casa de la Arquidiócesis, y que no ha pedido nada fastuoso ni exagerado, tanto en el altar papal como en el lugar donde se hospedará. “Esta es la casa del santo padre y ya estamos preparando su habitación. No ha pedido nada extraordinario y tampoco se lo daría”, bromeó el cardenal, luego de expresar que ya está pensando en qué recuerdo le va a dar.
Avanzan las obras
Pese al mal tiempo, cerca de una decena de albañiles ayer trabajaron durante casi toda la jornada en las obras de construcción del altar papal en la zona del Cristo.
Ya se quitó una parte del jardín y ayer se procedió a realizar el vaciado de lo que serán las columnas del altar, que debe estar completamente terminado en un plazo de 60 días
Fuente: EL DEBER