Evo Morales acaba de dar nuevas muestras de su vocación totalitaria. En un congreso frente a sus seguidores, afirmó que desea para Bolivia un modelo político similar al de China, país que tiene un gobierno centralizado en el Partido Comunista.Las declaraciones del presidente cocalero se producen poco después de que varios voceros del oficialismo señalaran la necesidad de implementar el sistema de partido único, aberración que no ha merecido desmentidos de parte del mandatario.Lo cierto es que la admiración del régimen por la dictadura china no es nueva. Desde su definición como “revolución democrática y cultural”, expresión que rememora a la sangrienta Revolución Cultural de Mao Tse Tung, hasta los antecedentes ideológicos pro-maoístas del vicepresidente Álvaro García Linera en tiempos del EGTK -y con sus teorizaciones sobre el campesinado como agente revolucionario-, todo indicaba esa afinidad.El disparate es mayúsculo, si tenemos en cuenta que Mao fue uno de los mayores genocidas de la historia, a quien muchos autores le asignan hasta 60 millones de muertos, tanto por la represión de sus Guardias Rojos como por la hambruna generada por su reforma agraria radical, llamada “El Gran Salto Adelante”.Aunque también es posible que lo que agrade a Morales sea la mezcla de autoritarismo político unipartidista y de capitalismo de Estado corrupto, imperante en China a partir de Deng Xiao Ping…[email protected]