Evo-Ollanta: crónica de un contubernio fallido

evollantaLa imprudencia llevó a Evo Morales a hacerse contestar por Ollanta Humala, quien respondió a los reproches y el show del cocalero en Desaguadero señalando que “los presidentes no vamos a recoger presos”.Triste final para una sociedad tejida en Brasilia, en una reunión reservada a la que siguió, poco después, la llegada del ex operador ollantista Martín Belaunde a Bolivia.La jugada -sacarle las castañas del fuego a Humala por los casos de corrupción de Belaunde que implican a la primera dama-, se realizó luego de que Perú anunciara que el tren bioceánico no pasaría por Bolivia, por lo que el refugio al ex jefe de campaña del presidente peruano parece haber sido el intento de tener una “moneda de cambio” para darle un giro a esa situación.La estadía de Belaunde en La Paz se prolongó hasta que Lima reiteró, recientemente, que Bolivia no será parte del estratégico proyecto bioceánico. Sucede que la exclusión en la iniciativa ferrocarrilera no era una ocurrencia peruana, sino una condición china sine qua non para financiar el proyecto.En consecuencia, por las mismas fechas el “independiente” Órgano Judicial evista dio luz verde a la extradición del empresario peruano. El acercamiento iniciado en Brasilia había fracasado y Belaúnde decidió irse por su cuenta, fuga mediante.Sintéticamente, esta sería la intrahistoria probable de lo sucedido. Es la crónica de un contubernio fallido…[email protected]