Funcionarios venezolanos sospechosos de convertir su país en centro global de la cocaína
José de Córdoba y Juan ForeroFiscales estadounidenses están investigando a varios funcionarios venezolanos de alto rango, entre ellos el presidente del Congreso del país, bajo la sospecha de que han convertido al país en un centro mundial para el tráfico de cocaína y lavado de dinero, de acuerdo con más de una docena de personas familiarizadas con las sondas.Una unidad de élite de la DEA en Washington y los fiscales federales de Nueva York y Miami investigan casos utilizando pruebas aportadas por ex traficantes de cocaína, informantes que alguna vez fueron cercanos a los principales funcionarios venezolanos y desertores del ejército venezolano.Trabajo que conduce, según un funcionario del Departamento de Justicia y otras autoridades estadounidenses, al presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, considerado segundo hombre más poderoso del país.»Existe una amplia evidencia para comprobar que él es uno de los jefes, si no la cabeza, del cártel», dijo el funcionario del Departamento de Justicia, hablando de un grupo de oficiales militares y altos funcionarios sospechosos de estar involucrados en el tráfico de drogas. «Desde luego, es un objetivo principal».Representantes de Cabello y otros funcionarios no devolvieron las llamadas telefónicas y correos electrónicos solicitando comentarios. En el pasado, las autoridades venezolanas han rechazado las denuncias de participación de alto nivel en el narcotráfico como un intento por parte de los EE.UU. para desestabilizar al gobierno izquierdista de Caracas.En una aparición en la televisión estatal el pasado miércoles, Cabello dijo que solicitó la prohibición de viajar por orden judicial para 22 ejecutivos y periodistas de tres medios de prensa venezolanos, a los que ha demandado por publicar historias sobre las acusaciones de drogas a principios de este año. «Ellos me acusan de ser un traficante de drogas sin una sola pieza de evidencia y ahora yo soy el malo de la película», dijo Cabello. «Me siento ofendido, y ninguno de ellos dijo que lo siente».El gobierno de Obama no está dirigiendo o coordinando las investigaciones, que están siendo dirigidas por los fiscales federales que tienen amplia libertad de acción para investigar a presuntos delincuentes.Link a la nota original (en inglés) de The Wall Street JournalTraducción de eju.tv