Estudio gubernamental revela casos graves de corrupción en la Felcc

El Ministerio de Transparencia se tomó dos años para hacer la investigación a base de sondeos y entrevistas. El documento señala que hay funcionarios de la Felcc que manipulan pruebas, pierden y roban bienes en custodia, cobran coimas a distintos precios.

La pesquisa demoró dos años y arrojó irregularidades cometidas por algunos uniformados

La pesquisa demoró dos años y arrojó irregularidades cometidas por algunos uniformados

Un informe del Gobierno es letal en relación a casos de corrupción en Policía. Ese documento, al que accedió de forma exclusiva EL DEBER, señala que solo en la fuerza anticrimen se piden coimas de Bs 20 a Bs 21.000 y que las actitudes corruptas de algunos efectivos llegan al punto de manipular pruebas para frustrar o para lograr una condena.
La investigación denominada La ética del servidor público de la Policía Boliviana, realizada por el Ministerio de Transparencia, hace un estudio a fondo específicamente sobre la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) y arroja resultados inquietantes.



El informe se redactó después de una investigación que duró dos años. El Ministerio de Transparencia utilizó sondeos y entrevistas con usuarios e integrantes de esa entidad policial. En su introducción señala que la corrupción se incrustó en los organismos policiales del Estado, aunque aclara que la Policía es una institución moderna que contribuye a la seguridad de los ciudadanos y el cumplimiento de la ley.
“Hacer algo que uno no debería hacer o no hacer algo que sí debería hacer para beneficio, ganancia o provecho propio o ajeno, en detrimento de un tercero”, es un concepto de corrupción que se maneja en las aulas de la Academia Nacional de Policías (Anapol).
Ahí se habla de dos acciones que resumen una actitud que asumen algunos policías (hacer o no hacer) para obtener alguna ventaja o ganancia extra, desde que salen de sus institutos de formación y que crece como una bola de nieve con sus ascensos. Y de esa forma se convierte en un mal tan dañino que se asemeja a un cáncer en la columna vertebral de la institución, que precisamente está encargada de preservar el orden público.

Según la pesquisa, las actitudes más comunes de corrupción en un proceso de investigación tramitado ante la Felcc -señala el documento- tienen que ver con que “el policía se hace el desentendido e incumple una ley a cambio de un favor o ganancia; no obedece los plazos procesales; pierde piezas fundamentales del cuaderno de investigaciones o no indaga como le corresponde; modifica actas; manipula pruebas para frustrar una condena, o logra condena sin pruebas; vende información confidencial; roba o hace desaparecer bienes bajo su custodia; genera un cambio temporal del investigador”.
El documento señala que “en esos hechos convergen prácticas que implican a más de una persona, siempre existe alguien que se beneficia, existe transgresión a la norma, involucra por lo menos a un servidor público policial que se sirve de la autoridad de su cargo o función, y conlleva un elemento de obligación mutua, en forma de retribución económica, bienes o servicios”.
La investigación también concluye que “estos actos siempre se llevan a cabo de manera discreta u oculta (altas horas de la noche o en lugares alejados), se legitiman de manera informal, no pública, utilizan un marco legal, de manera discrecional para camuflar actos ilícitos y se reproducen”.

Los usuarios del servicio en la Felcc, consultados por la pesquisa gubernamental, hicieron conocer que los investigadores, para avanzar en los procesos de indagación “estarían requiriendo sumas de dinero que varían entre Bs 20 y Bs 21.000 (los montos más solicitados son de Bs 100 a Bs 300). El 33,3% de los usuarios denunciaron que efectuaron el pago en la Felcc, un número similar en las oficinas, 16,% en la Fiscalía y 16,7% cerca del lugar.

La ministra de Transparencia, Lenny Valdivia, resaltó que no se puede generalizar, “pero tampoco se puede negar que la corrupción en la Policía es como un tumor , aseveró.

El director nacional de la Felcc, Juan Jaldín, evitó comentar el tema. “Si es verdad o si algunos de esos hechos son mentira, habría que ver de dónde han sacado la información, hay que hacer un análisis en profundidad, ver qué tipo de datos han tomado, qué parámetros”.
Consultado si es que en la institución que dirige hay corrupción, se limitó a explicar que quienes son objeto de corrupción “son llevados a nuestro departamento de Transparencia. Todos los hechos que se denuncian son procesados y llevados al Ministerio Público. No tengo datos sobre cuántos casos se presentaron en este año”, aseveró.
La investigación que realizó el Ministerio establece además que “frente a los actos de corrupción existe una cultura del pacto de silencio y lealtad” al interior de la Policía, e incluso especifica que “se las considera como el conjunto de valores, actitudes, creencias, tradiciones, códigos no escritos, símbolos, y hábitos, practicados por algunos policías al interior de la entidad, para protegerse y neutralizar el control”.

Desde el 2008, el Ministerio de Transparencia atendió 30 casos de corrupción relacionados con la Policía. El 2010 fueron 15, el 2012 se denunciaron siete, y el resto entre uno y dos. Entre ellos, los delitos fueron uso indebido de influencias e incumplimiento de deberes (18), seguido por legitimación de ganancias ilícitas (4), uso indebido de influencias y conducta antieconómica (3), incumplimiento de deberes (2), conducta antieconómica (2) y uso indebido de influencias (1).
El analista Carlos Toranzo considera que se reformó la Constitución, pero ni las FFAA ni la Policía fueron tocadas en el cambio. “Normalmente hay una mirada muy condescendiente del poder político con estas dos fuerzas, porque suelen apoyar al poder”.

Cada año, el ingreso de los jóvenes a la Academia Nacional de Policía es masivo. “Esto muestra que al entrar, la motivación no es solamente la labor de servicio público, o tener un salario modesto, sino porque se sabe que en la Policía hay posibilidades de enriquecimiento ilícito”, sostiene.
Otro elemento que menciona el analista es que “es una institución que está muy cerca del narcotráfico, del robo y otras situaciones determina que los policías de Bolivia y de otros lugares se convirtieron en aliados de las actividades ilícitas”.

Los casos relacionados con policías están ahí, pero no siempre avanzan con prontitud. “La institución verde olivo tiene, de una u otra manera, un poder de chantaje sobre la política, porque maneja datos de unos y de otros. Este es uno de los temas mucho más difíciles de enfrentar y no hay ganas, esto seguirá así por décadas y es como un cáncer que comenzó décadas atrás, no se ha tratado de parar y avanzará más”.

Jefes policiales consultados, prefieren no comentar el tema con la grabadora encendida. Pero, coinciden en que no se puede generalizar, pero que como dijo el comandante de la Felcc hay mecanismos internos que procesan y juzgan los hechos de corrupción, aunque no negaron la existencia del problema. La ministra de Transparencia concluyó que este informe es un punto de partida. “Debe existir la necesidad de una verdadera voluntad de una reforma, porque se constituye en un pilar fundamental en la convivencia, la seguridad ciudadana, el orden público, por eso promovemos medidas para mejorar”, dijo

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Fuente: eldeber.com.bo