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La Paz /1 oct/ eju.tv.- “Soy malo para los chanchullos” admitió hoy el presidente Evo Morales, tras un momento incómodo en su discurso al no encontrar la referencia específica que intentaba resaltar la trayectoria de Andrés de Santa Cruz y Calahumana, en la ayuda memoria que le prepararon sus asesores.
Tras un largo silencio que los asistentes al acto de homenaje a los 150 años de la muerte del Mariscal de Zepita, intentaban disimular con sonrisas, Morales encontró el párrafo y retomó su discurso, quedando en evidencia que al Presidente le resulta mas cómodo improvisar sus alocuciones que leerlas, por cuanto en diversas ocasiones ha tenido baches al leer sus discursos, extremo denotado sobre todo en eventos internacionales.
Otro “punto flaco” en el discurso del Jefe de Estado boliviano son las referencias a la historia, y las cifras en informes estadísticos o económicos, a diferencia del tema político donde se halla “en su salsa” pero eso si, siempre que improvisa.
Sin embargo también el discurso político de Evo se vuelve repetitivo por su constante referencia al pasado de opresión, a los supuestos intentos de la “derecha” por derrocarlo, la descalificación de los contrincantes y el desconocimiento del aporte de líderes criollos o de clase media, del pasado y del presente, en la construcción del Estado boliviano, en aras de un ensalzamiento fundamentalista que quiere ver solo en las luchas indígenas los logros de la Bolivia actual.
Hoy en el acto de homenaje a Santa Cruz y Calahumana, realizado en la Plaza Murillo, ocurrió lo mismo, no quedó claro en las palabras de Morales si intentaba algún cuestionamiento a la obra del Mariscal, cuando hizo referencia que Santa Cruz en su juventud formó parte del Ejercito Realista (español) pero “gracias a la lucha que miles de indígenas” protagonizaban en ese momento de la historia, tomo conciencia y “se paso a las filas” de los que propugnaban la liberación del país, sin embargo y acto seguido y reconociendo que de estas cosas sabe mejor el expresidente Mesa que le antecedió en la palabra, ensalzo la figura del Mariscal por su visión integradora de la región y por enfrentar al “tirano Rosas” que pretendió anexar Tarija a la Argentina.
En resumen, y sobre todo después de una precisa e irrefutable coherencia para explicar los hechos históricos realizada por el historiador, periodista y expresidente Carlos Mesa, quedan en evidencia los “baches” en la formación de nuestro actual mandatario, lo que lleva a concluir que es mejor que siga improvisando en el discurso político, aunque canse por repetitivo, que verlo sufrir con datos que no maneja y peor si las ayuda memoria o los “ chanchullos” como el mismo los define lo confunden, antes que ayudarlo.
Luz Mendoza, eju.tv