Evo-ficciones en Tiquipaya

Caricatura de TrondEl presidente Evo Morales abrió la Cumbre sobre el Cambio Climático en Tiquipaya algo más morigerado que hace cinco años, cuando se despachó sendos discursos sobre los efectos hormonales del pollo y acerca de la utilidad de la Coca-Cola en la plomería.De todas formas, no pudo evitar la tentación de emitir unas cuantas de sus características “evadas”, sentencias tajantes con las que diagnostica los males del mundo y facilita soluciones pergeñadas por su sabiduría ancestral.Dijo el caudillo de Orinoca que “el capitalismo es como el cáncer para la Madre Tierra” y llamó a “extirparlo” para “salvar la vida y la humanidad”, aunque se cuidó de agregar que los países del sur “no deben ser los guardabosques del norte”.También culpó al capitalismo por el hecho de que haya guerras e industrias de armamento.Las afirmaciones del presidente de los sindicatos cocaleros del Chapare merecen algunas precisiones:1) Los problemas ecológicos se deben ante todo al industrialismo, sin importar si éste es capitalista o socialista. Sería importante que alguien le leyera a Evo siquiera la contratapa de “Visiones de Chernobil”, libro de la reciente Premio Nobel de Literatura Svetlana Alexiévich, donde narra el horror de la catástrofe nuclear soviética en Ucrania.2) “Extirpar el capitalismo” equivaldría a empobrecer a una amplia franja de la humanidad. De hecho, hay numerosas investigaciones que demuestran que el fortalecimiento de los derechos de propiedad conduce a una mayor protección del medio ambiente.3) Decir que “los países del sur no deben ser los guardabosques del norte” es una manera de abrir el paraguas, ante la arremetida que el presidente Morales y su gobierno planean contra las áreas protegidas en busca de hidrocarburos, medida que piensan aplicar “con toda la fuerza”.4) Cualquier examen somero de la historia del siglo XX y de estos comienzos del siglo XXI indica que en los conflictos bélicos suelen participar los Estados dictatoriales, en uno o ambos bandos del conflicto, y que las industrias de armamento probablemente languidecerían si la mayoría de los países del globo fueran democracias liberales…[email protected]