Recientes declaraciones del presidente de los sindicatos cocaleros y “Jefazo” de Estado muestran que, de cara al referéndum de febrero y quizás a las elecciones del 2019, Evo Morales apuesta por reinstalar en el país la polarización Oriente-Occidente que alentó en su primer periodo de gobierno.La raíz de este giro estratégico parece estar en la retorcida lectura hecha por el vice García Linera del resultado de los referendos estatutarios, según la cual los cinco departamentos occidentales optaron por el centralismo y el “Estado fuerte”, en contraposición con la voluntad autonómica manifestada por los departamentos de la llamada “Media Luna”.Según Evo, en Occidente a la autonomía “la asocian con el proceso separatista impulsado por la derecha. (…) La autonomía viene de la derecha, ligan la autonomía con independencia y de paso con el separatismo”.“Esta votación demuestra que lo que quiere el pueblo en los cinco departamentos es un gobierno fuerte, la presencia del gobierno nacional en los departamentos, desde pequeños, grandes y medianos proyectos. Con las disculpas a todos los gobernadores, en algunos departamentos dicen: aquí solo el gobierno nacional. Aquí es Evo nomás. No hay alcalde ni gobernador”, dijo el caudillo de Orinoca.Y añadió: “No sé, dudo todavía que algún hermano o hermana, con pensamiento proimperialista, procapitalista, pueda ser presidente. Dudo más si es del Oriente”.Por supuesto, la interpretación sobre la voluntad de los departamentos occidentales es altamente falaz, y no se sabe bien si Evo cree que puede engañar a alguien con este artilugio o si es su segundo el que lo ha engañado a él…[email protected]