Parte de la oferta hecha por Evo Morales a los inversionistas norteamericanos en Nueva York ha sido la mina Mallku Khota, estatizada por su régimen hace tres años, lo que podría indicar que se avecina un ciclo de privatizaciones que echaría por la borda el discurso socialista del mandatario cocalero.El 1º de agosto de 2012, show etnofolcórico mediante (ver foto adjunta), ese yacimiento potencial de indio y plata fue confiscado a través del Decreto Supremo 1308, mientras Morales clamaba que “nacionalización es nuestra obligación”. ¿Cambiará ahora el eslogan a “privatización es la nueva obligación”?Lo cierto es que la expropiación a la minera canadiense South American Silver solo tuvo resultados negativos, como la gran mayoría de las ruinosas estatizaciones dictadas por el émulo boliviano de Hugo Chávez.Se estima que el gobierno tendría que pagar 370 millones de dólares de indemnización, tras un proceso de arbitraje internacional iniciado por la empresa. Algo que se repite en otras nacionalizaciones, con lo cual cabe calificar a esa política confiscatoria como lesiva para los intereses del Estado.Por supuesto, el eventual giro privatizador de Evo Morales no significaría una evolución hacia una economía liberal y competitiva, sino más bien hacia el “capitalismo de amigos” o capitalcomunismo de modelo chino, mediante adjudicaciones directas no excentas de suculentas “coimisiones” para la alta burocracia…[email protected]