Patricia Barrón Zankiz: “No voy con la sonrisa pandita”

ENTREVISTA
PATRICIA BARRÓN ZANKIZ
 

Sincera, sin anestesia. Mamá de milan, el niño que clamó en una carta al Papa Francisco para que liberen a su padre y que llegó a ser escuchado en cnn, ahora espera a su segundo bebé. sin quejas ni resentimientos, se concentra en la ilusión

PATRICIA

una buena relación. Patricia y Milan la pasan bien juntos

Mide 1,77 metros de estatura y espera a su segundo hijo. Apenas ha subido seis kilos; como vulgarmente se dice, solo parece que se comió una aceituna. A 12 días de dar a luz, se mueve como una gacela, no es la típica embarazada de pies hinchados y andar pausado. Fruto de una nueva relación, Patricia Barrón Zankiz, de 37 años, planea dar un hermanito a Milan Matkovic, el niño boliviano que conmovió al mundo con una carta al papa Francisco, en la que le pedía interceder por la liberación de su padre, Zvonko Matkovic, que ahora se encuentra recluido en Palmasola. Esta arquitecta independiente no se inmuta por el qué dirán, no le interesa hablar bonito para agradar. Le basta con agradarse a sí misma.



¿Qué significa un nuevo embarazo?
Para mí, los embarazos no son la mejor parte de la maternidad. Cuando escucho que es el mejor estado, me alegro por quienes lo dicen, pero en mi cabeza pienso que están mintiendo. El embarazo es horrible, pero es tan bello un hijo que te olvidás y te volvés a embarazar. Para mí es eso, sé que es horrible, pero después viene lo mejor.

_¿Qué tal es ser madre?
Empecé a vivir desde que Milan nació. Es el amor de mi vida, por él trabajo, respiro y hago todo. Siempre quise un hijo más, que Milan sea un niño con familia, con hermano, lo aprendí de mi familia y quiero que él tenga eso. Los hijos únicos, salvo algunas excepciones, la mayoría tienen muchos problemas.

_¿Qué dice Milan?
Desde que aprendió a hablar pedía hermanos y siempre lo negocié. Primero le decía: “Hermano o Disney”, “hermano o bicicleta”, pero ahorita está que no se entiende de feliz; no ha tenido nada de celos, le habla a la barriga y hasta asegura que le contesta. Cuando lo trato, le habla al ombligo y dice: “Ya quiero que salgás para contarte cómo es tu madre”. Es una delicia.

_Parece maduro ¿es por lo que le tocó vivir tan chico?
Es superindependiente, no es un niño intruso. Es muy maduro, ha sido criado entre grandes. Creo que su mejor amiga es Gina Gutiérrez, mi amiga. Pasa los fines de semana con los adultos. No tiene problemas de estar entre grandes porque siempre estuvo con ellos, ya que le ha tocado muy duro.

_¿Te hubiera gustado ahorrarle a Milan la parte dura?
El que tiene hijos sabe que hasta cuando los querés matar, los ves perfectos. Todos los días agradezco el hijo que tengo, a todo el mundo se lo digo; es una bendición, no puedo creer que me hubiera tocado tan perfecto, porque además de bueno, encima es inteligente y bello. Yo siempre lo he creído y estoy convencida de que es especial y tiene una misión especial.

_¿Hay sentimientos de culpa por su madurez temprana?
No, porque siempre hemos tratado de que sepa que es amado y que en la vida debe ser feliz y tener una familia que perdure; que la suya haya sido atípica no quiere decir que no le enseñemos siempre que la familia es lo más importante, igual que su felicidad.

Hemos tenido muy buena relación con su papá, entonces él no ha tenido eso de dos caras de la moneda ni peleas, nos llevamos muy bien y lo más importante es él. Además, ha tenido la mejor sicóloga del mundo.
Parecés práctica y fuerte…

Soy lo más llorona, pero lloro en mi cuarto. Sé que todo pasa por algo, y todo pasa. Ya atravesé momentos terribles y cuando pensé que ya nada podría sacarme del hueco, pasó algo hermoso. Cuando tenés un hijo, no podés darte el lujo de deprimirte, y eso que soy aburrida. Ser aburrido no significa ser malo, es que no voy con la sonrisa pandita por la vida buscando amigos, soy de la teoría de que los afectos se cuidan, menos es más. Ya tuve la época en que me creía monedita de oro del pueblo. Ahora sé que la gente que me queda es especial porque cuando uno está más nervioso es cuando peor trata a quienes más te quieren. Y si ellos han aguantado eso, se merecen, además del cielo, que yo los cuide y los adule hasta que muera.

_No es porque lo hubieras querido así, pero ¿cómo sobrellevás el día a día sola?
No creo que hubiera sido mamá sola porque Milan y Zvonko tienen mucha relación. Hablan todos los días, por lo menos dos veces, y todas las decisiones sobre Milan las tomamos juntos, aunque a veces no esté de acuerdo yo porque lo respeto y mi hijo tiene que respetarlo. Y sí, me hace falta el adulo, a todas nos gusta que nos cuiden, peor desde que no tengo a mi padre. Eso es lo que más me hace falta, sentirme cuidada, pero es una figura que uno idealiza, esa figura masculina que te va a agarrar cuando caigás. Si te vendieran un robot que te acompañe y que te hable bonito, de seguro que sería el ítem más vendido porque como mujer uno ha sido criada con historias de príncipes.

_¿Te llena la Bolivia de hoy?
No, no quiero que mis hijos se críen de acuerdo a modas. Somos una sociedad solidaria, pero sin consecuencia porque hasta los valores van de acuerdo a la moda. Y eso de criticar todo desde tu cama y con tu aire acondicionado mientras todo se va al bombo, creo que las nuevas generaciones harán algo al respecto.

_¿Sos franca con un poco de crueldad?
Soy franca y cruel. Me llaman ‘nube negra’ porque cuando estoy de mal humor digo: “Me voy a quedar en mi casa”. O cuando hay una persona o un lugar que no me gustan, no voy solo para quedar bien. No me interesa quedar bien, eso es hipócrita. Para ir a fingir, prefiero no ir

Fuente: sociales.com.bo