El Gobierno boliviano está por definir la compra de radares para la lucha contra el narcotráfico, un gasto de 80 millones de dólares que debería evitarse a toda costa debido a los pésimos antecedentes del Ministerio de Defensa, que todavía le debe muchas explicaciones al país sobre las barcazas chinas, los buques con bandera boliviana que trafican armas y las empresas quebradas en manos de militares, con millonadas de pérdidas para el país.
La primera pregunta que se debe hacer es si existe o no la verdadera voluntad de hacerle la guerra a los narcos. En Bolivia existe una ley que permite el derribo de aeronaves sospechosas, pero en realidad son los peruanos los que han demostrado mayor efectividad a la hora tumbar las avionetas sin la necesidad de radar, porque no lo tienen. Sería cuestión de becar a nuestros militares para que practiquen puntería o subsidiar con municiones a nuestros vecinos. Nos saldría mucho más barato.
Otra posibilidad que tenemos para ahorrarnos los 80 milloncitos es apoyar la iniciativa que ha presentado el fiscal argentino José Luis Bruno, quien ha propuesto construir un muro entre Bolivia y Argentina para frenar la invasión de droga, pues él considera que existe permisividad de este lado con los narcos.
Fuente: eldia.com.bo