En aquella oportunidad, el vocero de la Iglesia católica, Edwin Bazán, desmintió la muerte del cardenal y lamentó que personas se presten a difundir rumores. También manifestó que esos tipos de acciones perjudican la integridad del afectado.
Este medio consultó con el sociólogo Fernando Figuerroa, quien indicó que las personas que se inclinan a crear morbo colectivo a través de supuestos en las redes sociales tienen un comportamiento de depresión o en el mejor de los casos quieren llamar la atención. “Tiene que ver con la baja autoestima de la personas. Los rumores siempre son mal intencionados. Responde a esa lógica de generar conflictos, es jugar con el sentimiento colectivo”, explicó.Los rumores ya existían mucho antes que se creen las redes sociales y se los usaba como estrategia de guerra, según argumenta este profesional, ahora, las causas son el llamado de atención desesperado de estos autores.“El rumor hace ruido, etimológicamente. Y los que los crean quieren poner a la palestra algún tema”, dijo.También indicó cómo reconocer los rumores.
Si no está documentada ni tiene fuentes lo más probable es que se trata de un rumor o broma de alguien.“Es como un virus. Si yo estoy con tos puedo contagiar a otras personas si ellas no toman sus previsiones. ¿Cómo nos curamos?, La cadena del rumor se detiene cuando cortamos y no la difundimos”, expresó.También añadió que el éxito de un rumor se centra en quien lo difunde, si es alguien influyente, por seguro que el rumor tomará un camino “exitoso”.
Fuente: La Estrella del Oriente