Evo no es un ángel (a)

ECHALAR2Agustín Echalar AscarrunzEl rutilante viaje que está haciendo el Primer Mandatario a Europa ha dado lugar a que muchos masistas se fijen en la jefa de Gobierno del primer país que Evo ha visitado, doña Angela Merkel. En las redes sociales y en declaraciones periodísticas, muchos no se cansan de recordar a la opinión pública boliviana que esta popular y respetada figura ya viene siendo elegida tres veces consecutivas, y que se piensa que lo será por una cuarta vez.Más allá de comparar los sistemas políticos de Bolivia y Alemania superficialmente, esto puede llevar a conclusiones muy equivocadas (a fin de cuentas, la realidad política de Alemania es un emarañado de coaliciones entre una izquierda, que no es tan de izquierda, una derecha que no es tan de derecha y unos verdes, que cuando estuvieron en el Gobierno aceptaron -y de buena gana y con razón- que Alemania se involucre directamente en una guerra por primera vez desde el fin de la Segunda Guerra Mundial). Y tengo que reconocer que la aseveración masista me ha llevado siquiera a hacer el ejercicio de replantearme mi rechazo a la rerere-elección de Evo.Obviamente, llama la atención que los anticapitalistas más grandes del mundo esgriman como ejemplo precisamente a quien ha actuado casi en forma tatcheriana en el reciente descalabro económico griego. Angela Merkel es, en efecto, la gran defensora de políticas económicas que son exactamente lo contrario a lo que pregonan el anochecido Alba y sus amigotes españoles.Hay también que mencionar, que pese a lo exitoso que es el gobierno de Merkel, de la misma manera como fue el gobierno de su mentor político Helmut Kohl, un Gobierno muy largo, por  muy bueno que sea, termina por lo menos calcificándose.Ahora bien, tratando de seguir el pensamiento de los masistas, y con el fin de liberarme de mis prejuicios anticontinuismo,   trato de hacer algunas comparaciones entre Angela y Evo, y he encontrado alguna similitud en sus peinados, pero luego he tratado de encontrar otros detalles, y nada. He averiguado, y ella no juega ni fútbol, ni vóley, en general, menos desde que está al frente del Gobierno alemán.He buscado en la red si hay alguna referencia que pudiera ser equivalente a los discursos machistas de Evo. Recuerdo, por ejemplo, cuando dijo ante las cocaleras que cuando hablaba de plátanos, las compañeras se emocionaban. O cuando preguntó a  las funcionarias de la petrolera estatal si eran perforadoras o perforadas.Angela parece ser muy parca y medida en sus palabras. Obviamente, no hay ningún registro de que alguien le hubiera amarrado los zapatos en público, y mucho menos de que ella hubiera solicitado que alguien lo hiciera. Tampoco hay una referencia de que en algún discurso ella hubiera planteado que su etnia, o su grupo político, fuesen la reserva moral de la humanidad. Es más, ella ha sido clara y concreta al decir que el Estado alemán no va a tolerar la xenofobia de sus propios ciudadanos.Además de  estos detalles, que son discursivos, he podido ver que hay también diferencias más sustanciales entre ambos mandatarios. En estos 12 años de Merkel, no ha habido en Alemania nada parecido a lo que ha sucedido en el Hotel de las Américas en Santa Cruz.  Tampoco hay un equivalente a lo hecho contra el magistrado Cusi. Lo peor que ha hecho un ministro de la famosa Canciller ha sido haber pagado para que alguien le haga su tesis doctoral, un escándalo que ha llevado a ese ministro a retirarse del gabinete inmediatamente. Obviamente, no ha recibido la protección de Merkel, como pasó con el canalla Montesinos, ante una inconducta ética mucho más grave. Tampoco hay un caso donde se pudiera ver un hecho de corrupción en la justicia alemana manejado desde el Ministerio del Interior de ese país.No, no hay mucho que ligue a Evo con Angela. Y volviendo a la sugerencia masista, tal vez eso de la reelección no sea tan mala idea, pero habría que buscar alguien que se parezca a ella, y que sea muy distinto de él.Página Siete – La Paz