“Puedo encontrar lo bello en lo no tan lindo”

Periodista de profesión y poeta por vocación. Es la nueva adquisición de Bolivisión. Vino de Beni y quiere volar más alto

Disfruta hacer de modelo para sus amigos de Diakonía. Esta sesión fue en el Jardín Botánico

Disfruta hacer de modelo para sus amigos de Diakonía. Esta sesión fue en el Jardín Botánico

Nació y se crio en Riberalta. Llegó a Santa Cruz cuando le tocó estudiar la carrera universitaria y después de obtener la licenciatura en Comunicación Social en Diakonía, con mención en radio y televisión, entró a trabajar a Unitel, donde permaneció por un año y medio.



Carolina Méndez Valencia (24) cambió de laburo; ahora pasó a las filas de Bolivisión, donde cumple el rol de periodista. Curiosamente, esta chica, que cada día se encuentra cara a cara con la realidad, que a veces no es tan dulce, aprovecha la cercanía para escudriñar, se inspira en ella y es capaz de procesarla y convertirla en poesía, su catarsis.
“Me gusta leer, escribir, el teatro, el cine, la poesía; creo que el arte es la expresión humana que hace que sobrevivamos, porque físicamente tenemos límites; sin embargo, a través del arte trascendemos y perduramos. Soy una ciudadana de a pie que ve lo bello en lo sencillo y en lo que a veces no es tan lindo”, explica.

Ama el periodismo, pero no se desprende de la otra forma de encarar las letras, por eso pretende, a fin de año o a inicios de 2016, tomar un avión a Argentina para hacer un posgrado en Literatura. “Los periodistas sabemos que todo sirve para nutrirse, ya sea lo que ves, escuchás o vivís”, argumenta. Y no solo discursea, también actúa. Carolina ha sido parte del equipo que organiza las lecturas de obras y poesías en la Calleja y en el boliche Nómada (este último para ayudar al Hogar Teresa de los Andes).

Rara periodista que tiene tiempo para actividades alternativas, pero ella tiene su propia explicación: “Uno debe hacer campo para lo que le gusta. Hay momentos en los que uno no tiene tiempo, pero he llegado a coordinar algunas cosas por Facebook, correo electrónico y luego confiar en que todo saldría bien”, confiesa.

La sencillez de sus orígenes ha definido su capacidad para encontrar respuestas en lo que otros omiten. Los pies descalzos de un niño en la calle son una mina de oro al momento de escribir en sus redes sociales, que es donde más se manifiesta. “Todo me inspira, no hay que escarbar mucho para descubrir; las respuestas están en el entorno, tanto para hacer periodismo como poesía”, dice quien vive enamorada de la vida, y de David Exeni desde hace seis meses

Fuente: sociales.com.bo