Evistas pero no masistas


green goPuede ser una forma de comenzar a desmarcarse de un proyecto político que se hunde. Y también el reconocimiento de una paradoja: la del fracaso de un modelo partidario ultra-caudillista, mientras la imagen del “Jefazo”, gracias a esas mismas prácticas verticalistas, se mantiene (aún) como una marca relativamente bien posicionada.Hablamos de los recientes dichos del presidente del Senado, el empollerado Gringo Gonzáles, quien aclaró que es “evista” pero no forma parte del Movimiento Al Socialismo.Argumentos similares habíamos escuchado tras la derrota oficialista en las elecciones subnacionales de marzo, cuando se alegó que el tropiezo alcanzaba al partido pero no al líder máximo.Es, por supuesto, una manera de abrir el paraguas para preservar de las tormentas al principal activo del régimen, pero al mismo tiempo constituye un síntoma poderoso del desgaste sufrido por el partido de gobierno, sobre todo a raíz de los mega-escándalos de corrupción.La prueba de fuego para la tesis del “evismo pero no masismo” será el 21 de febrero, porque quien está en juego en el referéndum es Evo Morales, por lo que una derrota en la consulta popular acabaría por evaporar la última falacia del discurso plurinacional que todavía queda en pie: la artificiosa imagen de incorruptibilidad del caudillo de Orinoca…[email protected]