Se deteriora la economía boliviana

cardenasEmilio J. Cárdenas*El 2015 fue el año del frenazo económico de Bolivia por el parón comercial y la caída de los precios lo que ha producido déficit. Las exportaciones se han reducido un 31,7%.                La administración de Evo Morales, en Bolivia, estuvo fuertemente beneficiada durante toda una década por los altos precios de las materias primas que exporta, esencialmente minerales y gas natural. En el último caso, la Argentina, junto al Brasil, ha sido y sigue siendo uno de sus dos principales compradores. El “maná” referido apuntaló la gestión de Evo Morales, intervencionista y estatista.Pero en el 2015 las cosas de pronto cambiaron. No más milagros generados por el huracanado viento comercial, a favor, que llegaba desde el exterior. Bolivia sufrió la fuerte caída de los precios que hasta el año pasado la habían entonado y mantenido en una interesante paz social.En lugar de tener superávit comercial, tiene ahora déficit. Porque el valor de sus exportaciones primarias cayó unos 4.000 millones de dólares. Y porque el saldo de la balanza comercial boliviana es ahora negativo, en unos 400 millones de dólares. En el 2014 Bolivia exportó por valor de unos 11.152 millones de dólares. En el 2015, esa cifra ha caído a unos 7.620 millones. Duro, desde que hablamos de una pérdida de nada menos que del 31,7% del valor de sus exportaciones.Como resultado, las reservas del Banco Central se reducirán.A lo antedicho se agrega ahora el impacto adverso de las devaluaciones de las monedas de Brasil y Argentina que naturalmente impacta sobre la pequeña producción local de bienes manufacturados y los vuelve menos competitivos.Para Evo Morales -que ahora procura lograr su re-elección permanente, cual líder que se siente indispensable y se ha enamorado del poder- las cosas serán más complejas en adelante. Ocurre que la caída de los precios de los productos que su país exporta no se revertirá en el corto plazo. Pero su ambición de aferrarse al poder seguramente no cambiará, pese a ello. La de quienes lo acompañan, como su marxista vice-presidente, Álvaro García Linera, el “cerebro” de la administración de Morales, tampoco.*Ex Embajador de la República Argentina ante las Naciones UnidasEl Diario Exterior – Madrid