La empresa china CAMC no sólo es sospechosa de tráfico de influencias en Bolivia y Perú, sino también en varios países asiáticos.En Nepal, la firma fue acusada en 2012 de sobornar a la esposa del primer ministro y al ministro de finanzas, pagando comisiones ilegales para ganar la adjudicación de la construcción de un aeropuerto con un alto sobreprecio.El proyecto estaba inicialmente valuado en 180 millones de dólares, pero con el contrato a CAMC se elevó a 305 millones de dólares.En Bangladesh, el director general de suministro de agua y alcantarillado compareció el año pasado ante una comisión anti-corrupción, luego de adjudicar una planta de tratamiento de agua a la empresa china sin licitación ni investigación de antecedentes.El funcionario habría suscrito un acuerdo con CAMC más de un año antes de que el proyecto fuera aprobado por el gabinete y la operación habría significado un daño al Estado de 350 millones de rupias.También tendrá que dar cuenta de 150 millones de rupias gastadas en la importación de tubería de calidad inferior, que se utilizará en el proyecto.