Creando una “segunda piel” gracias a la robótica blanda

lapiz Creando una segunda piel gracias a la robótica blanda

Desde la creación de la denominada como robótica blanda, muchos han sido los proyectos donde se ha intentado utilizar este tipo de actuadores y sistemas con el fin de conseguir evolucionarlos y mostrar todas sus ventajas. Sin lugar a dudas una verdadera alternativa en diversos campos de la robótica como pueden ser la creación de músculos artificiales neumáticos que ahora se vuelven mucho más suaves e interesantes en cuanto a sus posibilidades de flexión ya que, gracias a la robótica blanda o suave, no están limitados a tan sólo una dirección de movimiento.

Otro de los grandes problemas de los músculos artificiales que se pueden resolver mediante el uso de robótica blanda puede ser el uso de exoesqueletos ya que, mientras estos son voluminosos y pueden requerir de un entrenamiento previo para su uso, la robótica blanda ofrece alternativas mucho más ligeras, compatibles, seguras y sobre todo con múltiples puntos de detección y actuación. En este campo es donde hoy quiero presentarte la innovación presentada por un equipo compuesto por ingenieros y diseñadores de RRL, EPFL y NCCR Robotics, una especie de segunda piel que permite, de forma táctil y gracias a una interesante interfaz, la ejecución de ciertos movimientos.



Esta especie de segunda piel está confeccionada a partir de dos capas, una inferior donde se ubica el sensor y una externa donde encontramos el actuador. La capa del actuador, a su vez, está fabricada en dos láminas de silicona con una máscara entre ellas para evitar que se peguen. Este diseño permite que esta especie de piel presente tan sólo un espesor de 1.4 mm incluyendo ya los sensores totalmente integrados. Para provocar el movimiento se bombea aire dentro de una burbuja de unos 3 a 4 mm situada entre las dos capas, suficiente para ejercer fuerzas de hasta 0.3 N.

Según sus creadores, esta nueva piel es capaz de producir retroalimentación vibrotáctil en un rango de frecuencias que es detectada por los sensores. Esta detección por parte de los sensores se utiliza para medir y controlar la fuerza con la que ejecutan el movimiento los actuadores, es decir, la “piel” puede detectar que está en contacto con algo.

Fuente: actualidadgadget.com