Gutiérrez, esperanzado en volver a la selección

El defensor boliviano, que milita en Hapoel Ironi de Israel, expresó su deseo de ser convocado a la selección nacional. La Verde disputará la Copa América Centenario 2016 en junio.
LEGIONARIO

El defensor boliviano Luis ‘Matraca’ Gutiérrez aseguró a DIEZ que quisiera ser nuevamente llamado a la selección boliviana. Además, lamentó que no se le haga seguimiento a su trabajo. El cruceño es titular indiscutible en el Hapoel Ironi Kiryat Shmona de Israel, equipo con el que tiene contrato hasta mediados de 2017. “Sigo esperanzado en volver, pero creo que jugar fuera del país es peor, porque no te siguen”, dijo desde Israel.

Gutiérrez participó de la Copa América 2011 con el combinado nacional, además encaró dos eliminatorias mundialistas. En enero, tuvo la opción de regresar a Bolívar, pero fue consciente de que los jugadores bolivianos no tienen oportunidades todos los días para militar en el exterior y no aceptó. Luis nos atendió desde su residencia tras disputar un partido contra el Maccabi Petah Tikva, empataron sin goles. (0-0).

¿Cómo evalúa su actualidad en el Hapoel Ironi?



Me  está yendo muy bien porque estoy en competencia y jugando todos los partidos. Mi equipo está peleando para clasificarse dentro de los seis mejores. La modalidad del campeonato clasifican seis y entre sí definen el campeón. Además, se conoce a qué copas internacionales clasificaron. El torneo termina en mayo.

¿Desde su llegada fue titular?

Sí. Solo me he perdido cinco partidos; uno por expulsión y el resto por lesión.

¿Cómo ha sido su carrera desde su regreso Hapoel Ironi de Israel?

 Al comienzo me costó mucho, porque el ritmo es diferente. Aquí el fútbol es más rápido, es más dinámico, hay movimientos continuos y se necesita más atención. El cambio me ocasionó lesiones musculares, no estaba acostumbrado. Ahora estoy bien. Siento que he crecido y que he aprendido bastante en lo futbolístico.

¿Está jugando como central o como lateral izquierdo?

Estoy jugando de central por izquierda con una línea de 4.

¿Qué se le viene a la mente cuando piensa en la selección boliviana?

Deseos de ir. Pero cuando escucho al entrenador (Julio César Baldivieso) decir que quiere ir a la Copa América Centenario con jugadores de sub 23, pienso que es difícil que me llame.

 ¿Lo ve muy lejano que lo llame?

Espero que no. Sigo esperanzado en volver, pero creo jugar fuera del país es peor, porque no te siguen y no saben nada de uno. Si por lo menos vieran el nivel y el fútbol de Israel creo que pensarían diferente. Hasta ahora no he recibido ninguna llamado de parte de ellos.

Con la experiencia que tiene, ¿cómo ve a Bolivia en la próxima Copa América?

He estado en una Copa América y en dos eliminatorias. Por lo que he vivido, es muy difícil porque nuestro nivel es bajo a comparación de las otras selecciones. Y no es por los jugadores, sino por la forma de trabajo, el tiempo y la infraestructura. Son muchos los aspectos que influyen al momento de enfrentarnos a otras selecciones. Si convocan a jóvenes está bien, pero a la selección tienen que ir los mejores, ya sea de 18 o 30 años. Mientras existan ganas y deseos se pude hacer muchas cosas buenas.

Pasando a otro tema, ¿cómo ha sido su adaptación en el país oriental?

Bien. Estuve aquí en 2009 así que ya conocía la comida y la religión, por eso no tuve problema. Lo único que me cuesta es el idioma, hebreo, que hasta ahora no entiendo mucho, pero me comunico hablando inglés.

¿Estar acompañado de su familia es clave para lograr sus objetivos?

Sí, están aquí mis tres amores: mi esposa Mónica Cuéllar y mis hijas; Dayana (12) y Briseida (1 año y cinco meses). Para mí es muy importante que me acompañen a diario; en las buenas y en las malas. A veces, cuando perdemos partidos, ellas son las que me alegran el día. Cuando tengo libre nos vamos a conocer algún lugar de este hermoso país. Mi familia es el apoyo que necesito para jugar y entrenar con ganas.

Al inicio de año se escuchó de su posible retorno a Bolívar, ¿Qué pasó?

Sí, tuve contacto con la gente de Bolívar, querían que vuelva, pero se complicó el tema de salida de mi club. Firmé por dos años y, en ese entonces, iba seis meses recién. La situación era compleja no solo por mi contrato, sino que es difícil para un jugador boliviano salir del país y solo llevaba seis meses. Tenía que pensar bien si retornaba o no. Conversé con mi familia y decidimos quedarnos. Ahora estoy contento y jugando, que es lo más importante. 

Fuente: diez.bo