Detalles. A pesar del poco apoyo en las redes sociales, la soberana fue aplaudida en el recorrido del corso. Su carro salió con una hora de atraso a lo planificado.
NI SU LESIÓN LE QUITÓ EL ÁNIMO NI LA SONRISA. A pesar de que Valeria fue internada el jueves por una lesión, ayer por la mañana salió de la clínica más recuperada y se subió a su carro para compartir sus últimos momentos como soberana de la fiesta grande
Desde temprano llegó al salón Sandra y Teo para ponerse en manos de quienes la han dejado deslumbrando en todas sus presentaciones. A pesar de que no quiso que se le tomen fotografías, ella envió algunas para poder ilustrar lo que tradicionalmente se muestra de las reinas del Carnaval a los lectores.A las 20:10 llegó al cambódromo vestida con un short jeans y una solera, en una vagoneta conducida por el pichón Daniel Santa Rosa, junto a su comitiva. Ni bien bajó del vehículo, algunas personas del público se acercaron a tomarse fotografías, sobre todos los niños.Alrededor de las 20:45 Valeria subió a su carro y procedió a cambiarse allí mismo detrás de una tela.Casi una hora después de la partida planificada por la Asociación Cruceña de Comparsas Carnavaleras (ACCC), a las 21:20 finalmente el carro partió del séptimo anillo en medio del poco público que estaba asentado por ese lugar.Lo destacable es que, a pesar de la hernia de disco lumbar que sufre la soberana, no dejó de bailar, mandar besos y agradecer a los asistentes que la llamaban por su nombre
