Ven débil al Estado boliviano como motor de la economía

Según expertos, pese a los 10 años de bonanza, Bolivia no se diversificó.Efecto. Si bien en los últimos cinco años se tuvo un crecimiento del PIB promedio del 5%; fue gracias a los buenos ingresos por la venta de gas natural y otras materias primas.Ven-debil-al-Estado-como-motor-de-la-economiaRef. Fotografia: Ingresos. La actividad hidrocarburífera, en base a la venta del gas a Brasil y Argentina son los ingresos que fortalecieron al Estado.EL DÍA / Santa CruzA diferencia de otros países como China, el propio Brasil, Corea del Sur, Singapur, Japón o los países nórdicos (Suecia, Dinamarca, Noruega y Finlandia), donde se destaca la intervención del Estado en la economía,  el mismo en el caso de Bolivia, según expertos, es visto como demasiado débil a la hora de constituirse en el motor de desarrollo económico del país. «Solo se benefició de los recursos extraordinarios producto de la bonanza externa y de la aplicación de la Ley Nº 3085 aprobada en 2005 que permitió una mayor recaudación del sector hidrocarburos, que financió la expansión del gasto público», refleja Germán Molina, economista.Un país en la paradoja. Si bien destacan los logros macroeconómicos alcanzados en una década floreciente de bonanza económica, cuyo crecimiento promedio anual del Producto Interno Bruto (PIB) fue del 5%, el protagonismo del Estado solo se centró en emancipar los buenos ingresos gracias al superciclo de los precios internacionales de las materias primas, dejando de lado, incluso, lo que podría haber sido un enorme desafío e impulso a largo plazo, cual es la diversificación de la economía y el salto cualitativo y tecnológico del país.Según el economista Armando Méndez, en los últimos diez años, algunos países latinoamericanos han vuelto a una economía de “capitalismo del Estado”, luego del periodo neoliberal.  «La región todavía se caracteriza de una fuerte presencia estatal. Y a diferencia de Bolivia, todos esos países (Brasil, Argentina, Venezuela y Ecuador) están en crisis. En el caso nuestro hay un contrasentido: los primeros años el Gobierno tuvo un manejo fiscal muy riguroso y luego vino el periodo de bonanza que generó ingresos, pero el ejecutivo tuvo la virtud del ahorro, acrecentando las reservas internacionales favorables», explicó Méndez.Molina contextualiza que la fuerte presencia estatal entre el período 2006-2013, solo se tradujo en que los gastos aumentaron en promedio dos dígitos, cuando el país solo creció un dígito. «A pesar de un mayor protagonismo del Estado en la economía no logró alcanzar el primer lugar en América Latina que sí registró la república de Panamá que tiene una economía de mercado y su moneda es el dólar americano con tasas de crecimiento de dos dígitos durante 2007 y 2011  y el 2015 por encima del crecimiento esperado de Bolivia.El economista Carlos Schlink y Secretario de Economía y Hacienda de la Gobernación de Santa Cruz, desestima que el Estado tenga el rol protagónico de la economía del país, cuya actividad formal solo llega al 30%. Asimismo, que el crecimiento macroeconómico, no necesariamente implica un impulso económico del país. «Bolivia creció más porque está en el último lugar en pobreza, PIB per cápita, menos inversión en salud, educación, seguridad ciudadana, entonces al tener más recursos por los buenos precios, se invirtió en todas las actividades deficientes, por eso el crecimiento fue mayor.Un protagonismo sin luces. Según otros estudios, la intervención del Estado en la economía en la última década tuvo como resultado un incremento de las inversiones superior al registrado en los ’90, cuando la presencia estatal se redujo a los niveles históricos más bajos en la región y en particular en Bolivia.Asimismo, entre el 2005 y 2013,  considerada como periodos de mayor bonanza para el país y toda  la región latinoamericana, se alcanzó un superávit constante en las cuentas fiscales, a contramano del déficit permanente de los años en que se recortó drásticamente el gasto público y bajó la presión tributaria, al tiempo que se recurrió al endeudamiento externo para financiar los desequilibrios producidos por estas políticas.Al respecto, Molina puntualiza que con excepción de los años 2014-2016, la expansión del gasto público se tradujo en la creación de empresas públicas, proyectos de inversión en sectores: productivos, infraestructura y social.Otra mirada distinta. En el análisis de Marco Antonio Gandarillas, Director del Centro de Investigación Bolivia (Cedib), el papel del Estado como motor de la economía fue y sigue siendo incipiente cuando la principal fuente de ingresos de la economía del país está centrado en tres megacampos gasíferos, de cuya exportación vive el país.»Esos tres campos, si bien accionarialmente tiene participación del Estado, en el caso de Margarita, el 35% corresponde por Britich Gas, Panamerican Energy 15%, en el caso de San Alberto en un 50% lo tiene Petrobras. Entonces hay una fuerte presencia de empresas extranjeras.Gandarillas remarcó que en otros sectores como la minería, la participación del Estado no pasa del 7%. Y lo mismo en la agroindustria cuya presencia es nula. «Entonces, en la política del gobierno, además del sesgo extractivista que tiene, todas las medidas de este gobierno son para beneficiar al sector privado, donde ellos piden incentivos. La política ha sido de franco fomento a costa de las inversiones del Estado», enfatizó.En teoríaLa presencia del Estado define diversos enfoquesPremisa. El Estado interviene en la economía, básicamente, porque el mercado no es capaz, por sí solo, de sostener el óptimo funcionamiento económico, ni de resolver los problemas causados por el mismo mercado.Corrientes. Hay ideologías donde se cree que el Estado tiene que intervenir siempre, pues como ente centralizador de decisiones podrá optimizar la utilidad de su país al proveer los recursos de manera equitativa. En el otro extremo, se cree que se debe minimizar la intervención del Estado y que esta solo sea para corregir imperfecciones que el mercado no lo pueda resolver naturalmente, dejando la provisión de recursos al mercado.Funciones. El Estado proporciona un marco legal y social dentro del cual los participantes en el mercado compran y venden bienes y servicios producidos con los recursos escasos de la economía. Otros analistas definen que en ese marco, el gobierno lucha por mantener la competencia en los mercados de bienes y servicios al tratar de asegurar que ningún vendedor domine el mercado de una forma inequitativa.Decisiones. El gobierno puede decidir jugar un papel en la redistribución del ingreso y la riqueza, ya sea a través del sistema fiscal (particularmente a través de impuestos sobre la renta o el ingreso), o bien, a través de diferentes tipos de subsidios gubernamentales y subvenciones para grupos de Interés especial de los gastos.Sistema. En el caso de Bolivia, el gobierno actual ha convertido al país en un Estado rentista.Punto de vistaJosé AlbertiPresidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz«Un Estado empresario estará obligado a transgredir las leyes’“Es importante recordar que la economía de mercado permitió un aumento de la productividad sin precedentes en la economía del mundo. Los mejores ejemplos se encuentran en Asia Pacífico donde más allá de la forma de organización política, lo que interesa es su forma de organización económica. La economía de mercado ha transportado a Corea del Sur, China, Singapur, Vietnam, Taiwán, entre otros países, por el camino de la prosperidad dado que es la forma de organización económica más eficiente hasta hoy conocida.  Las leyes y las instituciones que originan el mercado han logrado la reorganización de la producción, la división del trabajo y los conocimientos entre individuos. En ese sentido, hay tres grandes razones por las cuales el Estado debe intervenir en la economía para cambiar la manera en que las personas asignarían los recursos, estas son: Promover la eficiencia, la equidad y el respeto a los derechos de propiedad.Un Estado empresario estará tentado a transgredir las leyes del mercado para el beneficio de unos o por la creencia benevolente de su política pública, y si las instituciones son débiles, la política contaminará la racionalidad económica. El resultado es pobreza, corrupción entre otros males de la intervención excesiva del Estado en la economía”.EntrevistaCarlos SchlinkStrio. de Hacienda de la Gobernación‘El Gobierno solo intentó un modelo’Carlos Schlink, economista y actual Secretario de Hacienda de la Gobernación cruceña, señala enfáticamente que el Gobierno, en estos diez años, solo tuvo mejores ingresos por los buenos precios de las exportación, pero al final mantuvo las reglas neoliberales.P. ¿Qué cambió en este periodo Plurinacional?C.S.: El Gobierno muestra datos diferentes solo para justificar el supuesto modelo que ha querido inventar, pero no ha cambiado nada. Se siguen manteniendo las mismas leyes neoliberales creadas desde 1985, el mismo decreto 21060. Solo se inventaron tres bonos que no supera el 2% de la totalidad del presupuesto total del país, eso no es redistribución. Sin embargo, se gozó esta década de buenos precios internacionales y vendimos el gas y minerales a buenos precios, por eso nos beneficiamos con mayor cantidad de recursos.P. Y el crecimiento del PIB?C.S.:  Todos los países latinoamericanos crecieron, incrementaron sus reservas, tuvieron mayores ingresos, porque la China demandaba más y los precios eran altos. Ahora que la cosa es distinta todos tienden a ajustarse los cinturones. Bolivia creció más porque está en el último lugar en pobreza, pib per cápita, menos inversión en salud, educación, seguridad ciudadana. Entonces al tener más recursos por los buenos precios, se invirtió en todas las actividades deficientes, por eso el crecimiento fue mayor.P. ¿Cómo vemos al Estado como motor de desarrollo?C.S.: El Estado tiene que ser siempre el impulsor del desarrollo económico de un país, porque es el que debe dar la orientación y definición de políticas públicas que se apliquen para mejorar los indicadores de desarrollo humano y el bienestar de la población. Si bien se creció, ahora con precios bajos, se muestra la debilidad de cualquier modelo económico que no está diversificado, y no se avizora ninguna mejora y estima un crecimiento que no supere el 3,5%.P. ¿Es acertado un Estado que concentra todo?C.S.: Creo que son medidas desacertadas, porque todo gobierno debe apuntalar al sector privado y formal de una economía, para que cuando se tienen crisis económicas, el golpe no sea tan duro para el gobierno, la crisis se la pueda sobrellevar y no tener tantas demandas sociales.P. En relación a Venezuela y Cuba ¿qué se hizo diferente?C.S.: Es que hay un sector formal fuerte, los privados todavía están organizados, no pudieron desmantelar todo el sector privado, la economía es de libre mercado.