Aunque muchas son las asociaciones que intenta que los robots no evolucionen en la dirección de Sophia, lo cierto es que este tipo de proyectos cada vez son más comunes. En el caso concreto de Sophia hablamos de un robot de aspecto humanoide, si se puede llamar así, construido por Hanson Robotics. Si te suena de algo esta empresa, hablamos de la responsable del robot Han, un sistema muy parecido a un ser humano que destacaba por la forma en la que expresaba diferentes expresiones faciales, con Sophia hay que reconocer que sus responsables se han superado.
En el caso concreto de Sophia, hablamos de un robot que destaca principalmente por poseer un rostro fabricado en “Frubber” una especie de piel de silicona confeccionada a partir de un material creado y patentado por la propia Hanson Robotics. Esta piel, al ser conectada a diferentes circuitos y actuadores permite a Sophia ejecutar nada menos que 62 expresiones faciales que se ejecutan de acuerdo a la conversación que se mantiene en ese momento.
Bajo esta piel nos encontramos una especie de ojos que a su vez ocultan sendas cámaras con las que Sophia es capaz de identificar a su interlocutor gracias a un software especial de reconocimiento de rostros. Esto, además de para poder llamar a su interlocutor por su nombre y ofrecer una conversación “personalizada” sirve para que Sophia pueda ejercer contacto visual.
En cuanto al software utilizado, según sus responsables, este responde al nombre de “Character Engine AI“. Según sus creadores, este software va aprendiendo con cada conversación y experiencia a la vez que se nutre su núcleo con diversas fuentes de internet. Aun así, las personas que tuvieron oportunidad de entablar conversación con Sophia, comentaron que, al menos de momento, se expresa como una especie de Siri con muchos fallos debido a que todavía hay respuestas que no sabe contestar o a largas pausas cuando tiene que buscar información.
Fuente: actualidadgadget.com