Liberalismo, hoy

LCHRLuis Christian Rivas SalazarEl liberalismo en Bolivia tiene como bisabuelo al altoperuano Vicente Pazos Kanki, defensor del orden republicano y de la libertad de expresión frente a la tiranía, fue influido por Thomas Paine para divulgar en panfletos y columnas el sentido común, ingrediente esencial al momento de blandir la crítica en la constante lucha de ideas.La tradición liberal, en su desarrollo, se ha nutrido de corrientes filosóficas humanistas que la han enriquecido hasta convertirla, no en una ideología doctrinaria y dogmática como el marxismo, sino en un ideal que tiene una amplia gama de pensadores y teorías que la convierten en una amigable opción para personas sensatas, tal es el caso de Alcides Arguedas y Mamerto Oyola Cuellar.Ser y sentirse liberal en el momento de la fundación del Partido Liberal en 1883, era un privilegio por ser artíficie de la renovación de una sociedad conservadora adormecida por las doctrinas religiosas del catolicismo; la confianza en el desarrollo y prosperidad material llevaron a Eliodoro Camacho a fundar un partido que tenía en sus filas hombres que habían demostrado su valía en el terreno del pensamiento, entre ellos: Nataniel Aguirre.Pero el Partido Liberal adoptó posturas antiliberales, conservadoras y no se renovó en sus ideales, se estancó y decepcionó a las masas ávidas de justicia mostrando una faz que hasta ahora es el cáncer que corroe los cimientos de una sociedad enferma que no puede ser libre: el estatismo.La “oscura noche neoliberal” de 1985 es otra muestra de ese estatismo en su fase mercantilista que continua hasta ahora con los privilegios en los negocios para los amigotes y amantes; estatismo y mercantilismo han sido la constante en la historia boliviana.Pero, los pensadores y políticos socialistas han echado y echan la culpa de todos los males al capitalismo, cuando no hemos tenido más capitalismo de Estado, ni pensar en el capitalismo competitivo. Es así, que con vergüenza y timoratos, algunos se hacen llamar liberales porque enarbolan las banderas del liberalismo político más no del liberalismo económico, en ese aspecto se acobardan y temerosos utilizan la nomenclatura socialista para también criticar al “neoliberalismo” o “capitalismo salvaje”, se comprende, porque han tenido una formación marxista toda su vida.Ahora la batalla liberal radica en defender el capitalismo competitivo, capitalismo para todos, capitalismo para los pobres; ya es una verdad de Perogrullo la parte teórica del liberalismo político, toda esa teoría es aceptada incluso por socialistas vegetarianos, por eso, quienes se hacen llamar liberales pero no aceptan las ideas económicas del mercado son nomas, tibios socialdemócratas confundidos.En el campo de las propuestas políticas concretas, en Cochabamba reside el profesor Alberto Mansueti autor de las “Cinco reformas”, programa de gobierno del liberalismo clásico que cualquier partido político u organización seria puede ofertar al electorado. De la misma forma, podemos considerar las propuestas de Roberto Laserna sobre el rentismo y el capital semilla.Como nunca antes en la historia de las ideas en Bolivia, se trafica y divulga el pensamiento no solamente de Smith y Locke, sino de Bastiat, Spooner, Mises, Popper, Berlín, Hayek, Friedman, Rothbard, Rand, Revel, Nozick, Huerta de Soto, Bastos entre otros. Las redes sociales se están inundando de memes, videos, documentos digitales de estos pensadores y los liberales ya se diferencian entre minarquistas y anarcocapitalistas, incluso.Este reflorecimiento del liberalismo, como moda o como impulso de libertad en Bolivia se da por el hastió del estatismo y mercantilismo, por eso, muchas personas toman seriamente la opción de que ese Estado tiene que ser desmantelado, volverse mínimo o desaparecer.