Alerta ante dos amenazas peores que el zika

maggy__talavera_Maggy TalaveraLa elección de un nuevo defensor del pueblo para reemplazar a Rolando Villena a partir de mayo y la conducción de la cumbre de justicia convocada para el 3 y 4 de junio son dos temas centrales a los que habrá que darles prioridad en estos días, antes de que nos sorprendan las decisiones que el Gobierno pueda tomar con relación a ambas. De hecho, ya ha adelantado algunas que solo sirven para confirmar rumores y temores.En el caso del defensor del pueblo, el Gobierno impuso por enésima vez su voluntad y dio paso a una convocatoria que altera los requisitos establecidos para su elección desde que fue institucionalizado en 1994. El propósito está claro: ajustar los mismos al perfil de un o una candidato/a que sea afín a los intereses partidarios del Gobierno, asegurándose así el control de una de las pocas instituciones públicas que se les zafó de entre los dedos. En lo que respecta a la cumbre de justicia, el Gobierno ha logrado dar el puntapié inicial y está marcando la cancha en la que se definirá un duelo entre quienes apuestan a un giro de 180 grados en la administración de justicia, a fin de abrir el camino hacia la urgente recuperación de su independencia, y los que pretenden reforzar no solo su sometimiento al Ejecutivo, sino imponer cambios en la CPE y en varias leyes.Entre esos cambios podrán figurar al menos tres, a través de los cuales el Gobierno logre su anhelo de reelección indefinida del binomio Evo-Álvaro; y, también, garantice su impunidad por los delitos y fallas cometidos a lo largo de tres gestiones consecutivas. Es decir, cambios en el art. 168 de la Constitución y en al menos otras dos leyes: Safco y Marcelo Quiroga Santa Cruz. Nada de lo expuesto es una exageración, habida cuenta de lo actuado por el Gobierno en una década en el poder, así como su costumbre de anunciar lo que hará y su peculiar manera de ir preparando el terreno. Un ejemplo reciente puede ser lo dicho por García Linera: “Si lo acompañan, Evo va a seguir subiendo la cima… Si lo dejan solo, lo van a crucificar, nos van a degollar, nos van a hacer comer con los perros, la derecha…”.Es decir, el Gobierno ha vuelto a poner a Bolivia sobre aviso. Está abonando el terreno para que reciba dos injertos ya creciditos: un defensor que, más que del pueblo, será del Gobierno; y una cumbre que llevará la justicia no a la cima, sino a la sima. La alerta está dada. ¿Bolivia será capaz de detectar estos virus a tiempo y convocar una minga con la única tarea de combatirlos, para garantizar la buena salud de su democracia?El Deber – Santa Cruz