La aspirante demócrata y el republicano refuerzan su liderazgo hacia la Casa Blanca
Una mujer sale de un centro de votación este martes en las elecciones primarias del estado de Nueva York. PETER FOLEY EFE
Trump alerta contra maniobras en la convención
A pocas manzanas de allí, Trump se emborrachaba de victoria en la torre que lleva su nombre en la selecta Quinta Avenida. Algunas cadenas dieron como ganador al empresario neoyorquino al minuto de cerrarse la votación de tan contundentes que resultaban las encuestas a pie de urna. Arrasó con el 60,9% de los votos, según los datos extraídos con un escrutinio del 58%, lo que significa que se lleva prácticamente todos los delegados en juego al superar la mitad de las papeletas.»Ha sido un éxito tremendo, increíble”, dijo en su discurso triunfal. «Ya no hay carrera que valga porque el senador Ted Cruz ha sido eliminado automáticamente. Tenemos millones y millones de votos más que John Kasich», remachó.El senador de Texas, Cruz, es el único que ha tosido a Trump en las primarias y en Nueva York se quedó con el 14% de los votos tras sus desafortunadas críticas a los “valores neoyorquinos”, mientras que el rezagado Kasich, gobernador de Ohio y único que da una cierta confianza al partido republicano, no cambia demasiado el escenario con ese 24,6% de esta noche.El cada vez más claro liderazgo de Trump deja al partido republicano en manos de un candidato lenguaraz, medio empresario, medio showman, de discurso xenófobo y aficionado al insulto machista, para el que su perfil antipolítico, es su principal virtud. Los republicanos tendrán que comulgar con él o probar una maniobra peligrosa. “Vamos a llegar a la convención como vencedores en número de delegados ganados justamente con votos. Nadie debería aceptar delegados que no ha conseguido él mismo, como yo”, dijo anoche alertando por si la convención republicana le aparte de la nominación pese al apoyo conseguido.Trump se ha reforzado en casa. Hijo de un promotor inmobiliario, nació en la zona acomodada de Queens en los 40, hizo negocios en Manhattan y encarnó esa oleada de yuppies que hizo fortuna en el Nueva York de los 80 y los 90.
Pensilvania y California
La demócrata, por su parte, apostó por Nueva York, uno de los bastiones demócratas, para lanzar su carrera política como senadora. Cuando dejaron la casa Blanca, los Clinton compraron una casa en un acomodado pueblo en el norte del estado llamado Chappaqua, donde este martes acudieron a votar y que puede convertirse en el hogar de la primera mujer presidenta de Estados Unidos de la historia. El voto de las mujeres, aunque se le resistan las jóvenes, así como el de los latinos y de los negros está especialmente de su lado.Andrew Young destacaba el posible hito femenino nada más preguntarle un simple por qué Hillary Clinton. “Hay muchas cosas, pero creo que ahora mismo lo más importante es llevar a la primera mujer a la Casa Blanca, ha llegado ya el momento”, decía el publicista de 30 años. ¿Porque es mujer? “Bueno, ese es un buen motivo, pero lo cierto es que es increíblemente inteligente y una gran política. ¿Se la imagina en un debate con Trump? Lo destrozará”.Cada vez más gente imagina que ese debate se puede producir, aunque antes hay cerca de una veintena de estados en los que batallar, y sobre todo dos grandes estados donde también necesitarán marcar un buen resultado, Pensilvania y California. Clinton ya se preparó para batallar sus dardos contra Cruz y Trump, a los que acusó de dar una visión de Estados Unidos “peligrosa y muy sesgada”.Fuente: elpais.com