Impeachment. Rousseff pierde batalla judicial; diputados inician debate para su destitución

La oposición necesita de dos tercios de los votos de 513 parlamentarios para aprobar la iniciativa del juicio político. Hay un fuerte dispositivo de seguridad ante las protestas.

Rousseff pierde batalla judicial y queda al borde de un impeachment

La apertura de un juicio político requiere el apoyo de dos tercios de los diputados -342 de un total de 513- y la ratificación después por el Senado.   En ese caso, Rousseff, de 68 años, sería separada del cargo y reemplazada por su vicepresidente, el centrista Michel Temer, de 75. Y Temer completaría el mandato, hasta fines de 2018, si los senadores declaran a la mandataria, en un plazo de seis meses, formalmente culpable.

Dilma Rousseff, presidenta de Brasil. Foto: www.ibtimes.com
Dilma Rousseff, presidenta de Brasil. Foto: www.ibtimes.com
La Razón Digital / AFP / Brasilia 

El gobierno brasileño fracasó en su tentativa de impedir por vía judicial la apertura de una sesión de la Cámara de Diputados que el domingo se pronunciará sobre un pedido de juicio de destitución de la presidenta de izquierda Dilma Rousseff.



Siete de los diez jueces del Supremo Tribunal Federal (STF) ya habían rechazado el recurso, en un debate iniciado al final de la tarde del jueves y que se prolongaba durante la madrugada del viernes.

El fallo despeja en principio el camino para que este viernes se inaugure la sesión, con la presentación de los argumentos de la acusación y de la defensa de Rousseff, denunciada por la oposición por presunta manipulación de las cuentas públicas.

El abogado general del Estado, José Eduardo Cardozo, había presentado el jueves por la mañana el recurso, denunciando «un proceso que violó el derecho de defensa de la presidenta Dilma Rousseff». Advirtió asimismo que podría haber «otras acciones legales», aunque sin precisar si estas se emprenderían antes o después del voto en la cámara baja.

La apertura de un juicio político requiere el apoyo de dos tercios de los diputados -342 de un total de 513- y la ratificación después por el Senado.   En ese caso, Rousseff, de 68 años, sería separada del cargo y reemplazada por su vicepresidente, el centrista Michel Temer, de 75. Y Temer completaría el mandato, hasta fines de 2018, si los senadores declaran a la mandataria, en un plazo de seis meses, formalmente culpable.

Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), perdió en los últimos tiempos importantes aliados y la tendencia se decanta desde hace varios días a favor de sus adversarios.

Según la encuesta del portal online del diario O Estado de S.Paulo, los partidarios del impeachment cuentan ya, desde el jueves por la noche, con los 342 votos necesarios para dar este paso en el que la mayor economía latinoamericana se juega su futuro a cara o cruz.

La presidenta niega haber cometido delitos que justifiquen su destitución, y denuncia una tentativa de «golpe de Estado» orquestada por Temer y por el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, también del PMDB.

Los dos bandos convocaron a manifestaciones gigantes en Brasilia para seguir la votación del domingo.

Con el objetivo de impedir incidentes, las autoridades tendieron una enorme valla metálica de un kilómetro, que arranca frente al Congreso y rasga la monumental explanada de los ministerios, en el corazón de la capital.

El jueves por la noche, unos 200 manifestantes antigubernamentales ya estaban en el lugar, junto a un camión con altavoces que animaba el ambiente y un hombre vestido de presidiario portando una enorme máscara con el rostro del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010), mentor de Rousseff e investigado en el caso de corrupción de Petrobras.

A pocos kilómetros, dentro de un recinto deportivo junto al estadio mundialista Mané Garrincha, medio millar de partidarios de la mandataria acampa desde inicios de esta semana, a la espera de la votación del domingo.

«Ya somos unas 500 personas, pero para el fin de semana esperamos más de 100.000. Vinimos acá para hacer frente a este golpe», dijo a la AFP el sindicalista Paulo Joao Estausia, de Sao Paulo.

Este sábado la propia presidenta Rousseff podría apersonarse en el lugar.

Diputados inician debate de la destitución de Dilma

La oposición necesita de dos tercios de los votos de 513 parlamentarios para aprobar la iniciativa del juicio político. Hay un fuerte dispositivo de seguridad ante las protestas

Cunha, el diputado que presentó la iniciativa del juicio político contra Rousseff

Cunha (corbata amarilla) es el diputado que presentó la iniciativa del juicio político contra Rousseff. REUTERS

La Cámara de Diputados inició este viernes el debate sobre un posible juicio de destitución de la presidenta de izquierda Dilma Rousseff, abriendo uno de los capítulos más dramáticos de la historia de Brasil.

La sesión empezó con la lectura del acta por el secretario de la Cámara, tras lo cual su presidente, Eduardo Cunha, anunció que estaría centrada en las acusaciones contenidas en un informe presentado la semana pasada.Rousseff, de 68 años, está acusada de «crímenes de responsabilidad» por presunto maquillaje de las cuentas públicas y apertura de créditos extrapresupuestarios sin la aprobación del Congreso.Las discusiones durarán hasta el domingo, cuando se someta a votación la moción de abrir un juicio de «impeachment» contra la jefa de Estado.La apertura de un juicio político requiere el apoyo de dos tercios de la cámara -342 diputados de un total de 513- y la ratificación por el Senado.En ese caso, Rousseff, de 68 años, sería separada del cargo y reemplazada por su vicepresidente centrista Michel Temer, de 75. Y Temer completaría el mandato, hasta fines de 2018, si los senadores declaran a Rousseff formalmente culpable en un plazo máximo de seis meses.Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), perdió en los últimos días importantes aliados y la tendencia se decanta actualmente a favor de sus adversarios.Según la encuesta del portal online del diario O Estado de S.Paulo, los partidarios del impeachment cuentan ya, desde el jueves por la noche, con los 342 votos necesarios para dar este paso en el que la mayor economía latinoamericana se juega su futuro a cara o cruz.Los dos bandos convocaron a manifestaciones gigantes en Brasilia, para seguir la votación del domingo.Para impedir incidentes, las autoridades tendieron una enorme valla metálica de un kilómetro, que arranca frente al Congreso y rasga la monumental explanada de los ministerios, en el corazón de la capital.Los partidarios de Rousseff están concentrados dentro de un recinto deportivo junto al estadio mundialista Mané Garrincha, que el sábado podría recibir la visita de la propia presidenta.