No nos referimos a los conocidos «turnkey contract», tan usados en la construcción de grandes obras civiles, sino a otra modalidad sui generis y bastante plurinacional, que incluye la presunta instalación de un apartamento por cuenta del jefe del Estado contratante para la gerente comercial de la empresa contratada para proyectos millonarios, ejecutiva que además es la madre del hijo del mandatario.Ignoramos qué desplazamientos diurnos o nocturnos habría en torno al mencionado inmueble, ni si un poderoso ministro también tendría copia de la llave. Lo importante del tema es que estamos ante el enésimo indicio de la permanencia del vínculo entre el presidente Evo Morales y Gabriela Zapata hasta el año 2015, última fecha contractual del anticrético hoy revelado.Algo que, aparte de desmentir lo aseverado por el gobernante cocalero, quien desconoció todo lazo después del 2007, abarcaría el lapso en que el Ejecutivo a cargo de Morales suscribió jugosos mega-contratos con la sucursal de la trasnacional china que regenteaba su ¿ex? amante.Junto a estos indicios, el informe final de la minoría en la comisión parlamentaria que investigó a la Camc apunta muchos otros, que parecen corroborar la existencia de uso indebido de influencias de parte del presidente y de la beneficiaria de los “contratos llave en mano”…[email protected]