Nadie asume los daños causados por hinchas

[vid url=http://cd1.eju.tv/video/1406/PB1605040740.mp4]El partido Oriente-Wilster dejó secuelas extrafutbolísticas, cuyas víctimas se sienten desprotegidas porque no ven responsables. La justicia liberó a ocho procesados a pedido del Ministerio Público.La justicia dejó en libertad con medidas sustitutivas a ocho hinchas del club cochabambino Wilstermann implicados en actos vandálicos causados la noche del domingo en algunos inmuebles particulares de la capital cruceña porque, en criterio del Ministerio Público, se vieron obligados a ingresar en estos para protegerse de hinchas violentos de Oriente Petrolero, lo cual derivó en la destrucción de la propiedad privada y en saqueos.La liberación de los procesados por el delito de allanamiento (cuya pena es de tres meses a dos años de prisión, no carcelable) ha dejado disconformes y con sed de justicia a los afectados, pues no ven nadie al frente para obtener el resarcimiento de daños económicos y ahora anuncian una querella contra la dirigencia de ambos clubes y de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano.Todo ocurrió la noche del domingo, alrededor de las 21:30, en el barrio Petrolero Sur, una hora y media después del final del partido entre Oriente y Wilstermann y, por lo menos, a dos km del estadio Tahuichi Aguilera, escenario del encuentro.Orientistas afectadosCentenares de vándalos convirtieron en campo de batalla el centro ProSalud Ismael Suárez y tres casas situadas al frente de la cancha de la Mutual de Exjugadores. La vivienda más afectada fue la de Alina de Hoyos, exconcejala del municipio cruceño y madre de Hebert Hoyos, exarquero con importante trayectoria en Oriente Petrolero, el equipo favorito de todos en dicha casa que paradójicamente sufrió los embates de una horda identificada con el club albiverde.“Aquí fue la batalla campal, unos 200 maleantes estuvieron unas dos horas dentro. Destrozaron tres hornos a gas, rompieron el portón de ingreso, puertas, roperos, el techo y todos los utensilios de cocina. No dejaron ni una cuchara; se lanzaban los cuchillos y saquearon lo que pudieron. Se llevaron Bs 3.000, joyas y medallas que mi madre recibió como condecoración cuando era concejala”, manifestó María Eugenia Hoyos.Alina de Hoyos calculó en poco más de $us 7.000 la pérdida por los daños, sin contar el ultraje a su esposo, Hipólito Hoyos (87), a quien los hinchas atropellaron en la puerta, pasaron por encima de él sin respetar su edad y lo hicieron perder el conocimiento. “Lo llevamos al médico, le hicieron un chequeo y, aparentemente, está bien, pero yo lo noto afectado anímicamente; incluso desvaría cuando se le pregunta algo”, indicó su hija, María Eugenia.Hipólito Hoyos, jubilado petrolero, es hincha de Oriente e incluso esa noche escuchó las incidencias del partido por la radio con un familiar, sin pensar que su vivienda iba a ser invadida por los jóvenes.Melfy Ayala, abogada de los Hoyos, cree que hay una suerte de protección a los autores de la barbarie, pues la noche del caos la Policía arrestó a unos 200 sujetos, de los cuales solo ocho fueron procesados.Fabián Seas, médico director del centro de salud Ismael Suárez, señaló que los destrozos derivaron en la suspensión de la atención al público y estima que se abrirá posiblemente mañana, luego de la refacción. Dijo que los malhechores rompieron cuatro puertas de vidrio blindex y robaron remedios de la farmacia. Todo estaba siendo cuantificado para informar a la Policía y al seguro.El fiscal José Parra señaló que la investigación puede ser ampliada para buscar a los responsables de los daños. Explicó, sin embargo, que las víctimas deben cuantificar sus pérdidas para ver por cuál vía dirigir la demanda, puesto que si se trata de un daño simple (de poca importancia económica), se debe recurrir a un juez de sentencia, pero si se comprueba que hubo daño calificado (destrucción de equipos caros), la Fiscalía tomará el asunto porque se convierte en un delito de orden público.La Policía admite culpaEduardo Lema, subcomandante de la Policía local, admitió fallas en la seguridad de parte de la fuerza del orden y cree necesario hacer ajustes.“De que no se tomó la previsión de escoltar a los hinchas de Wilstermann por un espacio territorial más largo, es cierto, pero tampoco podíamos distraer todo nuestro personal escoltándolos porque no pensábamos que iba a degenerar en lo que ocurrió. Lamentamos la actitud, principalmente de los hinchas de Oriente, que actuaron de manera salvaje contra los hinchas de Wilstermann persiguiéndolos. Tenemos que hacer ajustes; si cometemos errores, debemos asumirlos; los dirigentes deben tomar sus recaudos también”, subrayó.Respecto al incidente dentro del estadio, donde un policía roció gas pimienta a hinchas albiverdes del sector preferencia, Lema dijo que ha sido derivado al órgano investigativo interno y recibirá una sanción disciplinaria por el exceso.Fuente: ATB, El Deber