Néstor Kirchner, José López y Cristina Kirchner

Conclusiones ya sacadas en la semana: la imagen de José López con los dólares es la mejor síntesis de lo peor de la década K; el peronismo no se sabe, pero el kirchnerismo comenzó el principio de su fin porque aun los de paladar negro se quedaron estupefactos y sin respuesta frente a lo evidente. La corrupción dejó de ser una suma de episodios aislados para convertirse en eje de los 12 años K. La justicia federal volvió a confirmar que con sus demoras en investigar a los gobierno de Néstor y Cristina se convirtió definitivamente en una parte esencial de la corrupción política. En tanto que el Gobierno recibió un tubo de oxígeno y logró sacar en Diputados el blanqueo y completó la Corte con ayuda del Senado.  Muchas deducciones, todas ciertas, que sin embargo no terminan de contestar los varios interrogantes que deja como secuela el misterioso Señor López.

La carta de Cristina, escrita obligada por las circunstancias, y dirigida sólo a su militancia, parece una aclaración de parte de la autora, que pasó inadvertida y que constituye el próximo paso de investigación de la Justicia. En un párrafo que es carne de diván, ella aclara que no le entregó el dinero a López: «El dinero que él tenía en su poder, alguien se lo dio. Y no fui yo«, dice. Eso no estaba en discusión, pero sí lo demás: si López le daba dinero a ella, y antes a Néstor; si el ex secretario, como todo el mundo sospecha y cree, recaudaba para la corona. De comprobarse, Cristina irá presa. De ahí la importancia de López.

La carta de Cristina Kirchner, escrita obligada por las circunstancias, aclara que ella no le dio dinero a López. Sin embargo, lo que se trata de averiguar es si él le daba dinero a ella y recaudaba para la corona. De comprobarse, la ex Presidente irá presa

El ex secretario es el arrepentido más importante que podría dejar la década ganada, generando durante una docena de años la principal ruta del dinero K. Para comprender la importancia de López, debe entenderse que Báez es solo un capítulo de toda la obra pública que se manejó discrecionalmente desde mayo del 2003.

La consecuencia más inesperada del caso López es la que todavía no explotó, un poco por lo prematuro de los acontecimientos y otro poco porque hay mucha gente trabajando para que no suceda: la investigación completa y total sobre la corrupción de la obra pública en el país en los últimos doce años.

Presentado como está el caso López, Argentina es un país donde se cobran coimas que nadie paga: no ha surgido un solo nombre de un privado que haya pagado sobreprecios para ganar una obra del Estado, excepción hecha de Lázaro Baez. El «mani pulite» local hasta ahora viene recortado; sólo apunta al Estado, no a los privados. Pareciera que el único que pagó coimas por recibir obra pública fue Baez.

El caso es tan impactante que afectó a todo el poder. Veamos:

1) Sorprenderse por la existencia de un tal José Francisco López esta sólo reservado para los desinformados o para aquellos que quieren justificar la corrupción K. En noviembre, en una investigación sobre los casos emblemáticos de la corrupción de la década kirchnerista decíamos en Infobae:  «OBRAS PUBLICAS: todos los cañones están dirigidos hacia José Francisco López, el ingeniero civil que se desempeña como secretario de Obras Públicas en el Ministerio de Planificación Federal desde el 2003, nombrado por el propio Néstor Kirchner. Se le observa un importante incremento de su patrimonio y se lo acusa de hacer negocios incompatibles con su cargo. Especialmente se sospecha de sus vínculos con la empresa Rovella & Carranza SA, que estaría relacionada con dos apellidos muy santacruceños: Gotti y Báez. Investigación a cargo de Daniel Rafecas». Elisa Carrió y Patricia Bullrich presentaron denuncias contra López antes del 2010 y Sergio Schoklender lo denunció públicamente en la misma época. A Cristina no le importó y lo dejó en el cargo. ¿La justicia federal? Bien, gracias.

2) Hasta ahora en lo judicial se avanzó poco y nada, por no decir nada. López no sólo se negó a declarar sino que fue más lejos: fingió una breve demencia que hasta ahora fue descartada en todos los estudios psiquiátricos que le hicieron. Ese supuesto desvarío viene acompañado, como no podía ser de otra manera, de una «pérdida de la memoria». Su abogada, la bella y amante de los animales, Fernanda Herrera, aclara muy poco sobre el episodio del martes a la madrugada, casi como si no hubiera hablado nunca con López, pese a que lo hizo en el despacho del juez Daniel Rafecas.

El ex secretario de Obras Públicas no habla –a su defensora le escribe sus «pensamientos» en papeles- por miedo a que lo escuchen, pero sin embargo oye voces. No se acuerda su nombre ni su DNI. Síntesis: López está demente –algo que los médicos rechazan-, no sabe qué decir, todavía no puede armar una mentira para explicar lo que paso, o es un cínico que se está riendo de todo el mundo.

3) En lo que a cargos se refiere, está el proceso por enriquecimiento ilícito de 2008 y el vencimiento de la portación de arma. Nada más. El viernes se conoció una denuncia por el desvío de 13.000 millones de pesos por planes de vivienda. La otra pista es el caso de la empresa Rovella & Carranza, muy vinculada a López. Llama la atención que un funcionario que ha firmado miles de expedientes de obras públicas no tenga ni un proceso judicial por casos concretos.

4) La reacción del kirchnerismo fue nula. Cristina tardó dos días y medio en decir algo. La tribuna K de «no políticos» integrada por actores, cantantes y periodistas rápidamente se despegó de López, al igual que algunos ex funcionarios. La plana mayor de la era K se mantuvo en silencio como así también varios ex gobernadores. Se entiende: todos le deberían a López algún favor. Fueron mucha plata y mucha obra pública en 12 años. La imagen «Lopez + dólares» desarmó toda el relato kirchnerista de que las investigaciones de Comodoro Py eran consecuencia de una persecución política. Se cayó el velo para la propia tropa: papá y mamá –Néstor y Cristina- no son Papá Noel ni los Reyes Magos. López les respondía sólo a ellos. La única «justificación» que les queda es un argumento arriesgado y amoral: para hacer política cuando pertenecés al «campo popular» tenés que «hacer caja» para financiar la actividad. Curiosa explicación.

5) El resto del peronismo tampoco hablo mucho. Hay dirigentes históricos e importantes antiguos enemigos del mundo K, como José Manuel de la Sota –ganador político con la victoria en Rio Cuarto- que temen que el tsunami de los casos Lopez+Baez+Hotesur+Ruta del dinero+Boudou+etc K puedan terminar afectando al peronismo, aunque en el caso de la versión cordobesa, sea junto al puntano, los más encapsulados en la realidad local. Si bien es prematuro evaluar las consecuencias políticos electorales, la precandidatura a senador bonaerense de un dirigente como Daniel Scioli, empapelado en todo Tucumán junto a su postulante al Parlasur López, puede sufrir algún sacudón, o la de su archienemigo Florencio Randazzo, enojado con CFK cuando no lo eligió como su delfín. Un peronismo tardío que esta vez acompaño al kirchnerismo y se quedó en el cementerio, tiene una oportunidad única para renovarse en serio. O sea: abrir las puertas a los Sergio Massa y a los críticos de la era K. Esta semana canto tres veces el gallo en el peronismo: nadie reconocerá su pasado kirchnerista y menos haber funcionario de Néstor o Cristina.

6) El gobierno macrista al principio no pudo ocultar su alegría. No es para menos. Cuando se dio cuenta que las imágenes de General Rodríguez hablaban por si solas, dio prudentemente un paso al costado. También Carrió. Se moderaron más que los discursos, las apariciones y los dichos. ¿Habrá que empezar a creer en la explicación de Jorge Asís sobre la «suerte» que siempre salva a Macri en los peores momentos?

7) Los efectos judiciales de López ya se vieron en tribunales: mágicamente se volvió a investigar el escándalo de «Sueños Compartidos». Una treinta de citados para indagatorias, entre las que se destaca Hebe de Bonafini, que ya adelanto que no ira a declarar, en un acto cuando menos antidemocrático. Con López volvieron al ruedo enemigos suyos como Schocklender, el primero en acusarlo públicamente de corrupto. Ya no será tan fácil demorar otros casos. Se viene en Comodoro Py el «tsunami» de procesamientos y condenas contra los K. En Tribunales también canto tres veces el gallo y jueces y fiscales correrán presurosos a citar a ex funcionarios kirchneristas a los que durante años le rindieron tributo, como si nunca los hubieran ni siquiera conocido. Los K descubrirán en los próximos días que en la justicia no hay amigos. Hay fiscales y jueces que funcionan según la melodía del momento.

8) Teóricamente los beneficiarios políticos del caso López debieran ser, en orden, el gobierno macrista –por activo y pasivo- y peronistas disidentes como Massa o Juan Manuel Urtubey. No será para nada fácil para cualquier dirigente importante peronista que fue funcionario muchos años poder responder a la sencilla pregunta de si sabía quién era López.Sin embargo, en los principales dirigentes peronistas, kirchneristas o anti K, lo que trono durante toda la semana fue el silencio.Un silencio ensordecedor.