El régimen del Movimiento Al Socialismo parece haberse jugado completamente por la represión política, en una suerte de “guerra total” que no respeta libertades de prensa ni garantías parlamentarias.Está claro que el gobierno evista dejó de ser democrático hace mucho tiempo, pero actualmente sus tendencias despóticas se intensifican, ante la perspectiva de perder el poder abierta por el resultado del 21F.Por supuesto que incide en la desesperada actitud oficialista el ejemplo de lo que está sucediendo en Argentina y Brasil, donde sus aliados K y lulistas se hunden en una ciénaga de procesos judiciales provocados por su propia hiper-corrupción.En ese contexto, perder el gobierno también significaría para la maquinaria evolinerista la pérdida de blindajes e impunidad. Y el tema se agrava si pensamos que la Venezuela madurista no parece un refugio muy halagüeño para disfrutar de los millones adquiridos.Así como el nacionalsocialismo proclamó durante su debacle final la “guerra total” por boca del maestro de la mentira Joseph Goebbels, en el caso que nos ocupa le tocó hacer lo propio a su émulo nacional, quien ha hablado de perseguir a supuestas “mafias político-mediáticas”, eufemismo que encubre la lisa y llana instrumentalización del Órgano Judicial y del Ministerio Público como herramientas inquisitoriales…[email protected]