¿Sacar a Gabriel René Moreno?

CAJIASLupe CajíasCon gran asombro conocí la intención del Banco Central de Bolivia de cambiar los diseños en los billetes bolivianos y sacar de ellos la imagen del cruceño más boliviano, Gabriel René Moreno. Una vez más estamos frente a una absurda intención de usar todos los espacios para ideologizar cualquier actividad en el país.Si el Gobierno Plurinacional considera que por la inflación y la situación económica deben emitirse billetes de Bs 500 y quiere ponerles rostros nuevos, es diferente a sacar a personalidades de la cultura para reemplazarlos por guerreros. Aunque el presidente del Banco Central aseguró que esa nueva fracción es un indicativo del “crecimiento de la economía en los últimos años”, el ministro del área, Luis Arce, contradijo esa versión.El BCB pretende lograr cambiar la circulación de los actuales billetes hasta 2018 y a un costo de 44 millones de dólares. Se anuncia que se incorporará la inscripción ‘Estado Plurinacional de Bolivia’ y se cambiarán las imágenes de personalidades de la cultura por héroes indígenas (¿más cuatro criollos?) junto a flora y fauna, montañas y unas ruinas del área andina y mesotérmica.Me sorprende que el exrector de la Universidad Gabriel René Moreno de Santa Cruz y que otros cruceños se queden callados frente al borrón que se pretende hacer del rostro del ‘Príncipe de las letras’. No está de más recordar que más biografías se escribieron sobre él desde el occidente, sobre todo por historiadores fascinados por alguien que marcó la historiografía boliviana.A Moreno se lo ha querido desdibujar como racista, cuando más que todo era un crítico durísimo contra características de diferentes grupos humanos que manejaban el poder en el siglo XIX y describió los defectos del ser boliviano sin adornos, con la sinceridad de un hombre libre de ataduras a intereses temporales.Moreno es la persona que impulsó la formación del Archivo y Biblioteca Nacional de Bolivia, orgullo nacional por siglo y medio. Él gastó sus propios ahorros y dio sus mejores años de investigación y trabajo para recopilar documentos dispersos, abandonados, expuestos a la intemperie en casonas de Sucre. Fue el boliviano más admirado por los chilenos, el único en ocupar tan altos puestos en Santiago. (Su hermano intentó salvar a los obreros bolivianos en Santa María de Iquique).Gracias a su dedicación, Bolivia conoce partes centrales de su pasado, sobre todo de la época de transición de ser colonia española a República independiente y los difíciles primeros años. Sin la Colección Moreno, que está en el ABNB, la historiografía boliviana tendría un gran hueco. Su libro sobre las matanzas ordenadas por Plácido Yáñez son la simiente para la investigación social a través de la prensa; los periodistas le deben mucho a Gabriel René.Los bolivianos tendemos a resaltar únicamente lo político. Cuando a fines de los 80 se optó por representaciones culturales en los billetes nacionales se consiguió salir de esa trampa que divide.Ahora se quiere volver a esa línea y, aunque parezca una anécdota más, sacar a Moreno, a Adela Zamudio, a Cecilio Guzmán de Rojas es dejar de lado el mejor rostro nacional: las artes.El Deber – Santa Cruz