Zlatan Ibrahimovic siente que ha colocado a «Suecia en el mapa del fútbol mundial», pero no ha brillado en las grandes competiciones internacionales como se esperaba con su selección, con la que se mide a Italia el viernes (9:00 hb) en Toulouse.
Puede que esta Eurocopa en Francia sea la última oportunidad para ‘Ibra’ de hacerlo, ya a sus 34 años.
El primer partido no fue precisamente positivo, con un empate 1-1 ante Irlanda, el equipo teóricamente más débil del grupo E. El hasta ahora atacante del París Saint-Germain estuvo presente en la jugada que permitió el tanto del empate, pero en otras fases del encuentro no encontró espacios frente a la defensa rival y su actuación global pudo calificarse de decepcionante.
Si ante los irlandeses tuvo problemas, posiblemente los tenga también contra la potente zaga de la Azzurra (Andrea Barzagli, Leonardo Bonucci, Giorgio Chiellini).
«Personalmente, podría haberlo hecho mejor. A veces pasa», reconoció después del partido del debut, haciendo una autocrítica poco habitual en un jugador con el ego normalmente sobredimensionado.
«Yo soy Suecia»
A pocos se les escapa que la selección sueca sufre «Ibradependencia». Cuando el exjugador de Ajax, Juventus, Inter, Milan y Barcelona no está a la altura, los suecos, que no cuentan con ningún otro jugador de un grande de Europa, quedan con pocos argumentos.
‘Ibra’ es el mejor futbolista sueco de todos los tiempos. Ha firmado 62 tantos en 114 partidos como internacional y 11 de los 19 tantos en las eliminatorias para esta Eurocopa fueron suyos. Una «omnipotencia» tan clara que él llegó a brindar en una entrevista con el diario francés Le Monde en junio una frase lapidaria marca de la casa. «Yo soy Suecia».
«Puede que haya más presión sobre mí, pero yo quiero ese papel. Quiero asumir la presión para liberar de ella a mis compañeros, que jueguen sin ella», aseguró el domingo.
Esta temporada los números de Ibrahimovic hablan por sí solos, con 50 tantos en 51 partidos con el París Saint-Germain, pero acudiendo al detalle se ve que el sueco ha tenido dificultades para brillar en los partidos realmente importantes.
En su etapa en París, nunca ha conseguido que el club alcance las semifinales de la Champions, una competición que él nunca ha ganado, en ninguno de los gigantes europeos en los que ha estado.
Un panorama similar en la selección sueca, con el que el mejor resultado es el cuarto de final al que se llegó en la Eurocopa-2004 y los dos octavos de final de los Mundiales de 2002 y 2006. En las Eurocopas de 2008 y 2012, los suecos e Ibrahimovic quedaron fuera en la primera fase.
En dos participaciones en el Mundial (2002 y 2006, ya que Suecia no se clasificó para 2010 y 2014), no ha conseguido ningún gol, pese a haber estado inspirado en las eliminatorias.
Como si fuera un símbolo, su gol más espectacular con la selección, con un golpeo desde más de 30 metros ante Inglaterra en 2012 (4-2), fue conseguido en un partido amistoso.
«No necesito trofeos para saber que soy el mejor», se consuela ‘Ibra’. Los aficionados suecos, eso sí, esperan mucho más de él en esta Eurocopa.
Fuente: diez.bo