Mónica Huarte, la voz de Gidget en la película La vida secreta de tus mascotas, habló en exclusiva con Sociales&Escenas
Yanine Peña – [email protected] –
Cinco en punto. Suena el teléfono. Es Edward Enríquez-Cohen, un publicista de talentos latinos emergentes, entre ellos el actor boliviano Reynaldo Pacheco. “Está en la otra línea”, dice… Se oye un “¿Holaaa?” chillón y divertido. Es ella, la que encarna a Daniela en Cansada de besar sapos, la película mexicana que arrancó carcajadas y suspiros en 2006.
Esa es apenas una de las 30 películas en las que Mónica Huarte participó y la única que ‘sonó’ en Bolivia. Malos hábitos, Casi divas, Efectos secundarios y Sin ton ni Sonia forman parte de su gruesa filmografía.
Antes de los sapos
Ciudad de México la parió. ¿Cuándo? Eso no lo cuenta. “Ese dato ni Wikipedia lo tiene”, bromea. Empezó a aficionarse por la actuación desde niña, cuando iba de la mano de su padre a ver obras de teatro, esas que le mostraron cuál sería su destino.
“Los directores me veían y me llamaban para actuar sin ‘audicionar’. El trabajo llamó más trabajo”, expresa. Durante una década no dio grandes saltos, hasta que le llegó la oportunidad de actuar en la comedia de Jorge Colón, Cansada de besar sapos, un trampolín que marcó su carrera y le abrió las puertas a espectáculos más comerciales.
Hacia la cima
En 2010 se fue a Los Ángeles (EEUU), un poco para estudiar y un poco para probar suerte, hasta que le llegó la buena fortuna. La cineasta Gabriela Tagliavini vio su actuación en México y la llamó para que probara en Without men. Quién lo diría, pero ese título se convirtió en su primera aparición en Hollywood hasta el momento. Fue un sueño cumplido, porque compartió las luces y las cámaras con una grande, Eva Longoria.
Pronto se vio envuelta en un comercial televisivo junto con los astros del fútbol, Messi y Cristiano Ronaldo. Con el argentino actuó en 2012 y con el portugués, un año después. ¿Cómo le fue? “La gente más famosa es la más humilde. Fue una increíble experiencia”, cuenta. Y… ¿el 7 del Real Madrid es tan lindo como se lo ve en la TV? “Muchísimo mejor”, responde suspicazmente.
¿Conoce Bolivia? Pues, no. Pero Reynaldo Pacheco le contó que los bolivianos tienen buen corazón y son trabajadores. A ella le gustaría comprobarlo y alguna vez tomarse un avión que la traslade hasta el país.
Sigue creciendo
De facciones angulosas, ojos profundos y boca prominente. Su frente es amplísima. Su cabellera, ondulada. Un aire de misterio la envuelve tanto que es imposible pensar que pueda hacer reír con un solo gesto.
Aunque emana encanto y positivismo, todo lo vuelca en el arte y tal vez es por eso que continúa soltera. “No tengo ni un perro”, sigue bromeando. Y ese sentido del humor la llevó a ser parte de La vida secreta de tus mascotas (en cartelera) haciendo la voz de la perrita Gidget.
Ella es así, pasa de la comedia al drama, de la risa al llanto. En sus últimos trabajos artísticos rompió con todos los esquemas posibles: Constelaciones, una historia de amor, y Lobos por corderos, un drama que te secará las lágrimas.
Su carrera le dejó tres cosas claras. Primera: tiene que ser necia para alcanzar lo que quiere. Segunda: es bueno decir “no”, de vez en cuando y, tercera, ser fiel a lo que cree correcto. “Si encuentras tu propia voz, no es difícil, solo no te parezcas a nadie. Sé único”, indica y concluye: “La gente sabe que conmigo tienen un trabajo de calidad”
Fuente: eldeber.com.bo