Manfredo Kempff Suárez
Cualquier fecha es buena para recibir una noticia como la de Incahuasi, pero si esta llega para las fiestas patrias, tanto mejor. Ha sido muy importante que la firma canadiense GLJ Petroleum Consultants Ltda. haya hecho conocer a YPFB y a las gobernaciones de Santa Cruz y Chuquisaca que el 100% del campo de Incahuasi-Aquio está en territorio cruceño, a 250 kilómetros al sur de nuestra capital, extendiéndose desde el río Parapetí hasta el río Grande, según informan los medios.
Las reservas probadas de gas del campo ascienden a 2,98 trillones de pies cúbicos, lo que es considerable según afirmó el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas Aguilera. Esto significa que el campo producirá 6,5 millones de metros cúbicos al día de gas, y llega en momentos en que Bolivia no está pudiendo cumplir con sus obligaciones de venta pactadas con Brasil y Argentina. Siendo el departamento de Tarija, con ventaja, el mayor productor de gas natural, Santa Cruz tendrá, incluyendo a Incahuasi, su décima planta de gas, lo que es un aporte muy grande a la producción nacional.La Gobernación de Chuquisaca no está conforme con el anuncio que hizo YPFB luego de conocer los resultados del peritaje de la compañía GLJ Petroleum Consultants Ltda., porque sostenía que Incahuasi-Aquio estaba en territorio chuquisaqueño y que por lo tanto le corresponderían las regalías y el IDH correspondientes a su producción. Ahora que ha quedado aclarado que Incahuasi está en el departamento de Santa Cruz, parece que en Chuquisaca se exhibe otro argumento, y sería el de que no están debidamente definidos los límites departamentales. Esto parece excesivo y poco fundamentado, aunque Santa Cruz sabe que el campo está en su jurisdicción, no por un capricho ni por ambición, sino porque así lo ha determinado una consultora extranjera que no fue elegida por la Gobernación cruceña.Es de esperar que el gobierno del Estado Plurinacional, que será el más beneficiado con la explotación del nuevo campo, cumpla con lo que le corresponde a nuestro departamento en lo que hace a regalías y al IDH. Desde el oficialismo llegan críticas por una presunta falta de inversión y producción de parte de las autoridades cruceñas, pero no se toma en cuenta el perjuicio que provoca el Ejecutivo a retrasar o negar los desembolsos que por ley le corresponden a la región. Quiera Dios que los elocuentes discursos del 6 de agosto y los que vendrán el 24 de septiembre no queden, como siempre, para que se los lleve el viento.