El día de ayer fallecía el principal ideólogo de la llamada “izquierda nacional”, Andrés Soliz Rada.Sus sinuosas relaciones con el régimen evista y con su principal política, la propagandeada “nacionalización” de los hidrocarburos, desnudaron las contradicciones de un gobierno que ha construido más imágenes que realidades.Soliz Rada fue el ministro que diseñó el decreto bajo el cual se implementó el show mediático del 1ro de mayo de 2006, que incluyó el despliegue de tropas militares en los campos gasíferos y petroleros.Fue el inicio de una política con la cual Evo Morales buscó atribuirse la bonanza económica que duró toda una década, en realidad debida a los precios capitalistas internacionales de los hidrocarburos y a las reservas y mercados desarrollados por los anteriores gobiernos “neoliberales” (en cuanto a la renta estatal obtenida en ese periodo, el mecanismo principal para su captación fue la Ley del IDH promulgada por el senador cruceño Hormando Vaca Diez, con los votos en contra del Movimiento Al Socialismo).El divorcio entre el caudillo cocalero y el ideólogo de marras se produjo pocos meses después, cuando Soliz Rada, creyente ingenuo en el programa nacionalizador, descubrió que el gobierno había negociado a sus espaldas anexos secretos en los contratos con las empresas petroleras, que devolvían a las mismas sendos porcentajes de lo “nacionalizado”.La disidencia se agravó cuando la administración evista decidió ocultar los resultados de auditorías petroleras que hasta hoy siguen encriptados para el público.Soliz Rada culpó ante todo al vicepresidente Álvaro García Linera por estas maniobras, aunque también reveló los nexos del superministro Juan Ramón Quintana con los grandes intereses mineros de George Soros en Bolivia…[email protected]