Aislamiento internacional del país

vh-cardenasVíctor Hugo CárdenasEl anterior fin de semana, en Caraparí, junto al embajador de China, el señor Wu Yuanshan, nuestros gobernantes hicieron declaraciones interesantes para configurar las relaciones internacionales de nuestro país.Los presentes recibieron una llamativa explicación sobre la naturaleza de China como una potencia mundial. Escucharon algunas disquisiciones sobre la enorme población de dicho país que, comparada con la del nuestro, quedaríamos reducidos a un barrio de China. Consideraciones sobre los créditos asiáticos sin ningún condicionamiento. Críticas a las voces de personas opositoras y técnicas sobre las dudas y cuestionamientos sobre los créditos chinos. Deducciones identificadas de quienes protestan contra las empresas chinas que desearían el retorno de las relaciones con Estados Unidos, es decir, según la explicación oficial, a los condicionamientos políticos y económicos para entregarles los recursos naturales. Finalmente, solicitó al embajador asiático financiar un aeropuerto en el Chaco tarijeño cuyo costo, según la justificación oficial, costaría ‘medio pelo’ del embajador chino.El rasgo más llamativo del discurso presidencial fue el reconocimiento de la importancia de la relación con China. “No podemos sentirnos solos, hay presencia de China”, es decir, podemos deducir, sin la presencia de China, está la posibilidad (¿o realidad?) de sentirse solos.Las relaciones amistosas con los países de la región y del mundo enfrentaron, de forma progresiva, múltiples dificultades. La alianza clave y privilegiada con los países de la ALBA quedó tan debilitada por las nuevas relaciones de Cuba con Estados Unidos, que los líderes más estridentes contra el imperialismo norteamericano guardaron sus discursos radicales para buscar formas de reorientación de las relaciones entre países basadas en el respeto mutuo, en el mutuo beneficio, en el reconocimiento de facto de la inviabilidad de proyectos políticos estatistas y la creencia en los procedimientos democráticos electorales.Otros países, como Perú, Argentina, Brasil y Uruguay, cambiaron sus relaciones con nuestro país debido al cambio de sus gobernantes portadores de ideologías y proyectos políticos distintos y contradictorios con la visión de nuestro Gobierno. Aumentaron los roces y conflictos estimulados por la importancia estratégica de nuestro territorio para la producción y tránsito de drogas.Brasil militarizó sus fronteras con Bolivia. Argentina tiene las mismas intenciones, tanto que el candidato perdedor de la propuesta kirchnerista postuló imitar los pasos brasileños y militarizar la frontera argentino-boliviana. Hace muchos años, las relaciones con Paraguay están enfriadas.En el ámbito europeo, cada vez crece la desconfianza y recelo de las cancillerías sobre el curso político y administrativo de nuestro Gobierno. Diversas percepciones de opinión pública alimentan la constatación de una progresiva desilusión sobre las desviaciones del llamado ‘proceso de cambio’, el respeto por los derechos humanos, las ríspidas declaraciones y actitudes contra los medios de comunicación, organizaciones no gubernamentales y líderes de la opinión crítica.Diversas investigaciones de percepciones difundieron datos sobre la pésima imagen del país en corrupción, en seguridad jurídica para la inversión, en apoyo al Estado de Derecho, en la calidad democrática, en la creación de empleos, en el índice del hambre, en la calidad educativa y en servicios sociales.El Deber – Santa Cruz