Oso Mier
Estoy muy de acuerdo con la promoción de la mujer. Nos debemos a ellas, las respetamos y, como sociedad, debemos reaccionar siempre cuando una mujer es ultrajada en cualquier forma. Yo iba a correr en el cambódromo el pasado sábado la 4K en la carrera “Yo soy mi primer amor”, pero mi suegra se negó a prestarme sus calzas fucsias, pese a que tenemos la misma talla, pero dijo que el color no era apropiado para mí.
Ella siempre se mete a todo. Claro, en cosas pequeñas porque las cuestiones más importantes las defino o por lo menos las opino yo. Ella me dice cómo debo vestirme, quienes deben ser mis amigos, hasta qué hora debo salir, cosas pequeñas pero yo opino con autoridad por ejemplo, sobre las alfombras del Ministerio de Economía, el asunto de El Bala, la robótica en la ciencia, cosas más sustanciales, obviamente.
La polémica de la semana es ¿por qué hay día de la suegra cerca de Halloween?, por ejemplo. No pueden ser vecinos el día de la suegra y la noche de brujas, porque no es lo mismo.
Lo que yo reclamo es que, si hay día de la suegra, ¿por qué no hay día del suegro?, porque yo también soy suegro y nadie me felicitará en ese día, porque ese día no es para los hombres, sino solo para ellas.
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Igual la sacaré a que vayamos a cenar al lugar que ella escoja que, obviamente será el más caro, porque de tacaño no me baja, pero la sorprenderé y accederé a pagar la cuenta en reconocimiento a que sin ella, nunca hubiéramos ido al cine con mi mujer, si ella no hacía de babyssiter ad honorem, tantas largas noches, hasta que mis hijos salieron bachilleres. No puedo olvidar que cuando me enfermo me pone ventosas y crema de peta para mis dolencias y que a la hora del café de la siesta nunca nos falta el cuñape nuestro de cada tarde, amasados con sus manos.
Por otro lado, ya es hora de salir de su casa y trasladarnos a vivir solos, como mandan los destinos de la vida. Hay un edificio circular e imponente en Equipetrol Norte. Ahí quiero vivir. Lo que pasa es que mi suegra no deja de decirnos; “cuando se trasladen mi iré con ustedes y me acomodaré en cualquier esquinita” y ahí, todas las piezas son redondas.Humorista