“Ministro que calumnia a medios merece sanción”, dice ganador del Premio de Periodismo de Bolivia

El ganador del Premio Nacional de Periodismo, Juan Carlos Salazar afirmó que los periodistas en Bolivia no tienen dónde recurrir cuando son atacados por el poder, puesto que la justicia no es independiente.

“Ministro que calumnia a medios merece sanción”

    • Juan Carlos Salazar, con su premio de periodismo, anoche en La Paz. | APG

    La Paz | ANF.- El ganador del Premio Nacional de Periodismo, Juan Carlos Salazar, dijo anoche que, en un país respetuoso del estado de derecho, los ministros que calumnian a los medios y periodistas deberían ser sancionados.Además, consideró que en democracia no debería haber periodistas estigmatizados, perseguidos o exiliados. “En cualquier país respetuoso del estado de derecho, con una justicia independiente, acusaciones como las que formulan a diario algunos ministros bolivianos contra medios y periodistas merecerían una sanción por calumnia”, dijo.Sin embargo, explicó que los periodistas en Bolivia no tienen dónde recurrir cuando son atacados por el poder, puesto que la justicia no es independiente.Salazar dijo que, cuando un ministro se siente atacado por un medio, puede acudir al Tribunal de Ética, pero “¿a quién acude el periodista víctima del poder? Debería ser a la Justicia, pero ¿qué pasa cuando ésta se halla sometida al poder político y es utilizada para perseguir a las disidencias?”.En el acto de premiación, Salazar estuvo arropado por sus colegas en la Asociación de Periodistas de La Paz, donde recibió la distinción por su trayectoria.Salazar es director de Página Siete, uno de los diarios acosados por el Gobierno. Decidió retirarse del periodismo activo y será relevado por la actual subdirectora, Isabel Mercado.Salazar dijo que en Bolivia hay libertad de expresión, pero “bajo permanente acoso y en grave riesgo, como demuestran los permanentes ataques a que están sometidos los medios que no comulgan con la verdad oficial”.En su criterio, la asfixia a la prensa puede ser violenta, como en las dictaduras, pero también utiliza “métodos mucho más sutiles, como el amedrentamiento para inducir a la autocensura, o el boicot publicitario”. Estas presiones “tienen como agravante la utilización de recursos públicos, medios estatales para amenazar y el dinero proveniente de los impuestos para premiar adhesiones y castigar disidencias”.Los Tiempos