Hasta el momento se registra la renuncia de solo una ministra, que lo hizo irrevocablemente. El resto sigue trabajando.
Ref. Fotografia: Fue la última reunión de gabinete y la última toma de la actual gestión que culmina el domingo.
Con la renuncia irrevocable de Alexandra Moreira, al cargo de Ministra de Medio Ambiente y Aguas, se adelantó la crisis de gabinete del gobierno de Evo Morales, diversos analistas y los propios dirigentes del Movimiento Al Socialismo (MAS), avizoran que el presidente mantendrá intacta su confianza entre seis a ocho ministros de Estado, al constituir la columna vertebral de la fortaleza del gobierno y la estructura técnico-política de la gestión gubernamental. En cambio, 13 carteras de Estado de las 21 existentes serían motivos de varias sorpresas y recambios.
Los nombre que serán ratificados, indistintamente si van a ser en los mismos cargos, son: David Choquehuanca, Juan Ramón Quintana, Carlos Romero Bonifaz, Reymi Ferreira, Luis Arce Catacora. Para cerrar a ocho ratificados se sumaría a Roberto Iván Aguilar Agudo y Hugo Siles del Prado.
Según los expertos, si bien algunos no volverían a sus mismos cargos, por lo menos el presidente Evo Morales tiene clara la figura de que mantendrá el «núcleo duro» del gabinete. El argumento para ello es garantizar, ante todo, lo político y no tanto la gestión, inherente a la repostulación y la prolongación del poder hasta el 2025.
«Ese núcleo duro efectivamente tiene que ver con Quintana, Romero, Choquehuanca, son la consistencia ideológica y estratégica de este régimen que sostiene la coherencia de este gobierno. El resto son funcionales», describió José Luis Bedregal, analista político.
En una coyuntura de poder. Carlos Guzmán, politólogo cruceño radicado en La Paz, apuntó que básicamente el núcleo duro del gabinete está centrado en cinco ministros, por lo cual no avizora mayores cambios.
«Yo no creo que haya un cambio de timón, va a ser bastante cosmético y superficial, dado que las estructuras se mantendrá en ese ritmo», puntualizó.
Sin embargo, argumenta el experto, quizá lo que no vaya a repetirse es el «perfil simbólico». Como ejemplo cita la presencia de una mujer de pollera en el gabinete. «Yo pienso ahora ya no hay mucho espacio para ese tipo de inclusiones, lo que requiere el gobierno es tener eficiencia y eficacia en el gabinete con capacidad de gestión para no tropezar con problemas como el agua», precisó.
Una mirada autocrítica. Oswaldo Peredo, alto exdirigente del MAS, hoy militante de base, señala que el presidente Evo Morales, pese a las fuerte presiones del vicepresidente Álvaro García Linera, apostará por un cambio con sorpresas del gabinete.
«Si bien ese núcleo duro será la variante más probable, pero esos ministros son los responsables de la derrota del 21 de febrero. Hay una presión muy fuerte contra esos ministros perdedores de parte de los movimientos sociales que en el congreso del MAS (diciembre 2016), cuestionaron y recomendaron a Evo que los cambie. Si bien el presidente estará rodeado de un entorno de adulones, a la hora de decidir tiene mucho olfato político. Creo que habrá sorpresas», argumentó Peredo.
No obstante, el experimentado político del MAS, admitió que todavía la influencia del vicepresidente es muy pesada y compleja en Evo Morales.»Hay todavía turbulencias, creo que el presidente va a dar alguna sorpresa, ante una presión de los movimientos sociales que no han sido tomados en cuenta a lo largo de estos años», precisó.
Al respecto, la diputada de Unidad Demócrata, Jimena Costa, señaló que ya no son importantes los nombres en el nuevo gabinete sino el rol que van a desarrollar a partir del 23 de enero. Dijo además, que dicho núcleo duro, esté o no en el gobierno, seguirá siendo influyente dado que la premisa es «cómo garantizar y prolongar el poder de Evo Morales». «Yo diría que bajo la tutela de cinco o seis ministerios, lo que importa no es tanto la gestión de administrar de las políticas públicas; sino que los ministros tendrán la misión de garantizar la reelección de Evo Morales», finalizó.
Fuente: eldia.com.bo