Lluvias generan mejoras leves en represas que abastecen a La Paz

Las reservas subieron en sus niveles, sin embargo, éstas aún son insuficientes. Los suelos agrietados fueron cubiertos con el líquido elemento.Francisco Pereira / Página Siete. Caudal de Hampaturi aún no llega a niveles anteriores.Página Siete / Leny Chuquimia /  HampaturiProducto de las últimas lluvias, las represas que proveen de agua a una parte de La Paz incrementaron sus  embalses mejorando la situación crítica por la  que atravesaban. Los bajantes de las montañas y los bofedales muestran indicios de una recuperación.El 11 de noviembre del 2016, Página Siete visitó   las represas de Hampaturi y Ajuan Khota, que junto a Incachaca suministran de agua a 94 barrios de la ladera Este y la zona Sur de la urbe. El recorrido  evidenció que estas apenas llegaban al 1% de su capacidad dejando el fondo de sus lagunas al descubierto.El suelo agrietado y reseco daba cuenta de la crítica situación de las reservas que hoy están en proceso de  investigación. Una supuesta  negligencia de las autoridades competentes y el cambio climático son las hipótesis que acompañan a  la identificación de los  presuntos responsables.Hoy, la imágenes de estas represas son distintas. Sus caudales,  aún insuficientes, muestran una leve mejora que llama la atención de Julio Pinto, el conductor de una segunda  visita al lugar.Como él, el ciudadano de a pie, vio en periódicos y noticieros de la televisión las imágenes de la emergencia hídrica.»Estaba más vacío ¿no?”, comenta al detenerse frente a la   pequeña laguna que renace  en medio de la represa de Hampaturi Bajo.  El agua, hasta hace dos meses ausente, ya cubre casi todo  fondo y con el viento se extiende como intentando llegar  a las orillas que aún están lejanas.El muro de la represa mantiene la marca de humedad que da fe del máximo nivel que alcanzó en una época de lluvias normal. Pero el nivel actual aún está lejos.Aguas arriba, rumbo a la represa de Ajuan Khota, en el camino -hace semanas completamente seco- se ven pequeñas bajantes de agua y riachuelos que rehabilitan los canales naturales todavía algo áridos en sus bordes. Los bofedales recuperan su humedad y emanan agua.La represa mayor presenta las mismas mejorías. En el cráter azulado en el que el viento sólo levantaba polvo, ahora se oye el golpe del agua en las rocas.Alrededor de la masa hídrica el piso se ha llenado de humedad. Su textura quebradiza se ha tornado pastosa y como si se tratara de una esponja emite un brillo de humedad al presionarla.El nivel actual es mínimo comparado a lo almacenado en épocas de lluvia anteriores, pero ha superado las imágenes apocalípticas que dieron la vuelta al país y el mundo en meses pasados.A principios de enero el gerente de EPSAS, Humberto Claure, señaló que las lluvias aún eran «incipientes” y que si bien era importante la precipitación en las cabeceras de cuenca, las mejoras que producían aún eran mínimas para un restablecimiento del suministro de agua por red.»Las lluvias son aún incipientes, debemos aprender de esta crisis para el próximo año”, afirmó entonces la autoridad.Según las previsiones del Gobierno, para el 2017 se espera una sequía que genere una crisis incluso mayor. De no haber las suficientes lluvias, el «Plan de Acción de Emergencia en Áreas Urbanas con Déficit Hídrico” del Ministerio de Medio Ambiente,   prevé una nueva crisis en agosto.De las  represas

  • Crisis En noviembre las represas de Incachaca, Hampaturi y Ajuan Khota llegaron a almacenar sólo un 8%, 5% y 1% de su embalse. La primera fue la única reserva  que sostuvo el suministro durante las primeras semanas de racionamiento.
  • Niveles   Hampaturi, a unos 40 minutos de Pampahasi, en su mejor momento almacenó más de tres millones de metros cúbicos de agua. En 2011, al igual que Incachaca y Ajuan Khota, sufrió un rebalse que causó serios daños.
  •  Ajuan Khota A 10 minutos de Hampaturi, es la represa más alta de la cuenca y con menos agua. Su capacidad máxima pasa los cuatro millones de metros cúbicos.
  • imagenimagenimagenimagen