El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, afirmó el domingo que los grandes logros y éxitos de Bolivia en lo económico, político y social, entre ellos, el Dakar, competencia mundial que tiene en esta versión como epicentro al país, tienen que ver con decisiones estratégicas que asume el presidente Evo Morales.En una entrevista con el Programa «El pueblo es noticia» que difunden los medios estatales, reveló los pormenores de las gestiones que se realizaron para que la Amaury Sport Organisation (ASO), organizadora de la competencia más peligrosa del planeta, decida incluir a Bolivia en el recorrido, misión en la que dijo la participación del Primer Mandatario fue vital.»Los grandes éxitos de decisiones políticas tienen que ver con decisiones de alcance estratégico por parte del Presidente es una decisión que tiene un altísimo valor no solamente político para el país, turístico y de otra índole», remarcó al develar que la decisión del Jefe de Estado tiene que ver desde la determinación de pedir la inclusión de Bolivia en esa competencia frente a un debate del Gabinete de ministros, con posiciones a favor y en contra, que fue dirimido finalmente por Morales.Explicó que es segundo paso fue asignar la responsabilidad de las gestiones al exministro de Culturas Pablo Groux, con quien dijo trabajó en la búsqueda de contactos y en el acercamiento con los organizadores tomando en cuenta «que no era fácil convencer a los franceses».Recordó que la primera gestión directa fue en 2013, en la largada simbólica en Lima, cuando los directivos de la ASO los recibieron «con cierto desdén», con cierta «incredulidad» porque también Ecuador estaba gestionando la posibilidad de ser incluido.El Ministro de la Presidencia explico también que el siguiente paso fue convencer a los organizadores del Dakar en una tarea que llevó entre 4 a 5 meses mostrando el valor de Bolivia, por la riqueza de su territorio y su geografía.Dijo que el interés fue subiendo porque se desarrolló una estrategia de persuasión, que incluyó viajar a Paris para negociar con la ASO, tomando en cuenta que tenían el temor por la apuesta económica.»Llegamos al límite de negociación en 2014 y dijimos que el Presidente juegue la última carta, por eso viajamos a París, convocó a una reunión con los miembros del Directorio y ejecutivos de ASO y terminó convenciéndolos», subrayó.Fuente: ABI