‘Luchín’ Rada la rompe en el arco solo con una pierna

Le amputaron la pierna izquierda a los 11 años por un cáncer. Eso no lo frenó para ser hoy la ‘sensación’ en las redes por sus atajadas jugando para el equipo de su barrio.
SANTA CRUZ

Lanza la muleta hacia atrás y en el momento menos esperado, con una reacción que pocos imaginan, custodiando su arco, golpea la pelota con los puños y logra despejar el peligro. Quienes están viendo a Luis Ángel Rada Zurita, conocido como ‘Luchín’, se sorprenden, lo miran y lo aplauden. Tiene 20 años y ataja solo con la pierna derecha, ya que un cáncer en la izquierda, obligó a que se la amputaran con solo 11 años. ¿Fue un límite para que no jugara más?, para nada.

Su vida no ha sido fácil, porque a los 9 años, jugando con una bicicleta, cayó bruscamente golpeándose fuerte la pierna, que terminó con un hematoma. Lo que nadie imaginó fue que ese iba a ser el inicio de momentos duros. Las pomadas que le recetaron no hicieron efecto y la hinchazón siguió creciendo, a tal punto que no podía ni siquiera ponerse pantalones cortos. Al poco tiempo los médicos confirmaron lo que nadie se imaginó: se trataba de un cáncer que requería tratamiento.



Con 9 años, Luis Ángel prácticamente vivió en el Oncológico y a los 11 le acabaron amputando la pierna izquierda. Fueron momentos duros para él y su familia, sobre todo para su madre, Margarita Zurita Guzmán. Pero el fútbol le tenía guardado un espacio único porque aunque pasó por tratamientos y angustias, tuvo la oportunidad de conocer a Marcelo Martins y a Carlos Tordoya, quienes fueron sus Padrinos Mágicos en la actividad que hace EL DEBER cada fin de año.

Desde ahí todo comenzó a cambiar. ‘Loco’ por Oriente, acompañaba al equipo a todos lados y en 2014 en un partido en Cochabamba, el arquero Carlos Arias se acercó a la tribuna para regalarle a los hinchas la camiseta con la que había jugado. Pero se le cayó y la perdió. Pidió entonces la alternativa, una de color rosa, y cuando estaba a punto de lanzarla, la felina reacción de Luis Ángel le permitió quitársela de las manos y quedarse con una camiseta que hoy no pasa desapercibida en varios torneos.

Barrio Villa Ortuño, zona de la Cuchilla. Sus amigos deciden inscribir un equipo al torneo relámpago que se ha organizado en la cancha de la Cruz Blanca. Carlos Johan, uno de sus mejores amigos, lo invita a participar y entre todos se presentan al campeonato que tenía 16 equipos. A la final llegó con la portería invicta y hasta tapó dos penales en la definición por el título, que perdieron por 3-2. Pero sus rechazos y su agilidad para moverse sorprendían a quienes alrededor de la cancha miraban asombrados.

Para lucirla mejor, pintó en la camiseta el nombre de portero Carlos Arias, actualmente en Sport Boys, y le puso la número 1. La exhibía con gusto en cada torneo. Hoy, esa camiseta tiene los rastros de las mil batallas, con agujeros y rota en algunas partes por sus estiradas en las canchas de tierra. Es lo primero que saca de su pequeña mochila en la que lleva el buzo, un zapato y una media. No usa chuteras porque no se siente cómodo, además que las zapatillas le permiten un mejor equilibrio. Él vive feliz.

Se sorprenden

“Hay mucha gente que se sorprende al verme, pero yo más bien me sorprendo de ellos. ¿Está mal atajar con una pierna?”, se pregunta. “Cuando acaban los partidos se me acercan para ofrecerme agua, soda o para felicitarme; lo recibo con mucho gusto”, añade. “Yo creo que estaría mal ver a alguien que se drogue en una cancha, no a alguien que juega con una pierna”, sostiene.

Alguna vez quiso hacerse socio de Oriente, pero le dijeron que los discapacitados tienen el acceso libre al estadio. “Entro por preferencia y le tengo que rogar bastante al de la reja de la curva para que me deje entrar. Es que estar dentro de la barra es otra cosa (sonríe)”, dijo mientras retornaba a casa. En su cuarto muestra los trofeos que ha ganado y el cuadro de Boca Juniors.

Pero ¿cómo te animaste a atajar? “Cuando la herida secó, quería jugar al fútbol y mi hermano Cristhian me dijo que podía atajar y comenzó a entrenarme. Entre el poste de luz y nuestra pared, puso una colchoneta y comenzó a lanzarme pelotas para que yo me tirara del lado derecho… así comencé”. Aunque el fútbol es su principal pasión, también suele hacer bicicleta y jugar voleibol. Hoy, con 20 años, ‘Luchín’ siente que el fútbol le devolvió la vida. “Es como dice Maradona, es el deporte más bonito del mundo”.

Con Carlos Johan, Juan Pablo, Sebastián, Carlos Daniel, Rafael, Miguel Ángel, Elmer y Jorge formaron el equipo del barrio y un hombre llamado Freddy, al que apodan ‘Bolívar’, por ser hincha de la academia paceña, es quien los inscribe y se encarga de llevarlos a jugar por donde puede. “Siempre bromeamos con él porque, como es de Bolívar y nosotros de Oriente, nos retamos”. La vida de ‘Luchín’ es única. El fútbol le dio una vía de escape.

La camiseta de ‘Billy’  y conseguir trabajo

Los dos objetivos a corto plazo que se ha planteado Luis Ángel Rada Zurita es lograr que el actual arquero de Oriente Petrolero, Guillermo ‘Billy’ Viscarra, le regale su camiseta con un autógrafo suyo para atajar en las ligas que juega y conseguir un trabajo para paliar sus estudios. Actualmente cursa el primer mes en la carrera de Contaduría en el instituto Santo Domingo de esta capital.

“He sudado con gusto la de Carlos Arias, ahora quiero la camiseta de ‘Billy’”, dijo el arquero, en cuya cuenta de Facebook ha recibido una gran cantidad de felicitaciones de amigos que lo alientan a que siga adelante, a que no decaiga porque lo consideran un ejemplo. Dijo que no se pierde un solo partido de Oriente; anoche mismo estuvo ante Petrolero.

Dice que apunta a encontrar trabajo cuanto antes porque no quiere que su madre le pague más de cuatro meses el instituto, por la situación económica por la que se atraviesa. Hasta hace poco estuvo ayudándole a su hermano en una construcción, pero que ya se terminó. Dijo que espera lograr esos objetivos cuanto antes.

Fuente: diez.bo