La esquizofrenia nace en el útero

Cada vez más cerca de determinar la causa de la enfermedad mental que es la esquizofrenia.

Los científicos están un paso más cerca de determinar la causa de la esquizofrenia tras descubrir un proceso genético anormal asociado con la enfermedad que comienza en el útero. Según los expertos de la Facultad de Medicina y Ciencias Biomédicas de la Universidad de Buffalo en Nueva York (EE. UU.), este hallazgo podría acercarnos a tratamientos que podrían prevenir la esquizofrenia antes de nacer.

A pesar de que las causas exactas de la esquizofrenia siguen siendo poco claras, sí que se ha establecido un origen genético -al presentarse en familias- y recientes estudios han descubierto incluso mutaciones genéticas asociadas a un mayor riesgo.



Para su estudio, los expertos buscaron aprender más sobre los procesos genómicos que ocurren en el útero que podrían influir en el riesgo de desarrollo de la esquizofrenia. Para ello, recolectaron células de la piel de cuatro adultos con esquizofrenia y cuatro adultos sanos. Las células de la piel se reprogramaron en células madre pluripotentes inducidas, y estas se diferenciaron en células neuronales progenitoras (para evaluar los procesos que ocurren durante el desarrollo temprano del cerebro en personas con esquizofrenia).

Al transformar las células de la piel de los pacientes con esquizofrenia en células progenitoras neuronales, los investigadores identificaron una ruta genética anormal llamada FGFR1 nuclear (nFGFR1) que perjudica el desarrollo temprano del cerebro.

Según los autores, estos hallazgos proporcionan una prueba de concepto de que la esquizofrenia puede ser causada por una vía genómica desregulada que influye en el cerebro antes del nacimiento.

«En los últimos 10 años, las investigaciones genéticas en la esquizofrenia han estado plagadas por un número cada vez mayor de mutaciones encontradas en pacientes con la enfermedad», explica Michal K. Stachowiak, líder del trabajo.

Este descubrimiento abre la puerta a nuevos tratamientos para la esquizofrenia, ya que, por ejemplo, podría administrarse un fármaco a mujeres embarazadas cuya descendencia tuviera un alto riesgo de desarrollar esquizofrenia.

El estudio ha sido publicado en la revista Schizophrenia Research.