La laguna de Ajuankhota registró niveles altos del líquido vital, incluso rastros de un rebalse.
Freddy Barragán / Página Siete. Así, llena de agua, está la represa de Hampaturi.Wendy Pinto / La Paz»¡Qué hermoso, qué lindo!, la represa está llena, ¡gracias Dios mío!”, exclamó Julio Pinto, el conductor que transportó ayer al equipo periodístico de Página Siete hasta la represa de Hampaturi.El agua cristalina fluía más allá del límite de la represa, como si nunca se hubiera secado. El gélido frío pasó casi desapercibido, porque el volumen de la represa cautivó todas las miradas, excepto de quienes viven allí.La tierra estaba húmeda por doquier gracias a la reciente lluvia y las vertientes que también alimentan a Hampaturi. Campos verdes y frescos rodeaban la represa, las flores se abrían para mostrar sus colores, especialmente las amarillas. Las abejas y abejorros trabajaban sin cesar transportando el néctar de las flores hacia su lejano panal.Producto del incremento de agua, la paja brava creció más de un metro y aloja en ella nidos de patos silvestres y otras variedades de aves, que volaban en dirección al agua y nadaban hasta el otro extremo de la represa. La vida volvió a surgir en Hampaturi gracias a las recientes lluvias.Un par de jóvenes comunarios del lugar dijeron tímidamente: «Harto ha llovido, por eso se ha llenado, incluso más arriba la otra laguna también está llena”, afirmó José Mamani, quien fue a revisar su sembradío de papa.Así la represa de Hampaturi llega a su máximo nivel (contiene hasta 3,2 millones de metros cúbicos) 113 días después de aquel 8 de noviembre de 2016, cuando la ciudad de La Paz sufrió una crisis del agua que afectó a 94 barrios de la urbe.Esa represa abastece a los barrios de la zona Sur y de la ladera Este, que sufrieron los cortes.En la crisis, la población protestó contra autoridades del Gobierno y exigió la renuncia de la entonces ministra de Medio Ambiente y Agua, Alexandra Moreira, por no haber previsto la situación.Poco después el Gobierno impulsó la construcción del trasvase de Palcoma para que el sistema de Pampahasi tenga agua por tubería y lo logró con una provisión de agua por siete horas que se amplió luego a 12 horas.Ahora la represa está repleta de agua y el caudal de la vertiente que va Palcoma se incrementó.La laguna de AjuankhotaArriba de la represa de Hampaturi se encuentra la laguna de Ajuankhota. Se demoró unos 20 minutos hasta llegar, porque la nueva represa que construye el Gobierno tomó parte del camino antiguo para ampliar la nueva edificación, por lo que se habilitó un atajo.En la parte inferior de esa laguna, un ruidoso caudal de agua daba la bienvenida. Más arriba, cuatro llamas pastaban por el lugar. Ajuankhota lucía como Hampaturi, repleta de agua.Don Julio manifestó su alegría nuevamente y sin dudarlo se acercó al borde de la laguna para tocar el agua. «Cuando vinimos por primera vez llegamos con el auto hasta abajo, y ahora no se puede porque la laguna está llena”, aseguró, mientras señalaba el centro del Ajuankhota.El viento, más frío que en la represa, direccionaba el agua. Ésta bajaba con fuerza en forma de cascada hacia Hampaturi.Los trabajos en la nueva represa se realizaban por varios obreros sin cesar con muchas máquinas y cemento. El muro de la futura represa estaba a un 85% de avance. «Falta”, dijeron los obreros sin suspender sus labores.Página Siete