Bolivia cierra filas tras megaatraco en Paraguay

Autoridades paraguayas estiman que la banda se llevó $us 40 millones de la caja fuerte de Prosegur en Ciudad del Este en un robo similar al ocurrido en la ruta a Roboré con Brinks, en el departamento de Santa Cruz (Bolivia)El Gobierno boliviano ordenó blindar la frontera con Paraguay y busca coordinar con las autoridades de ese país y de Brasil, luego del violento asalto perpetrado por un grupo de 50 delincuentes, integrado en su mayoría por brasileños, a la empresa transportadora de caudales Prosegur, de donde se llevaron cerca de 40 millones de dólares, en Ciudad del Este, capital del departamento de Alto Paraná ubicado  a 327 km de Asunción.Gonzalo Medina, director de la Felcc, explicó a EL DEBER, que el coronel Donato Herrera, comandante de la Policía de Frontera en Puerto Suárez, se trasladó a los límites fronterizos con Paraguay para cerrar filas tras ser alertados del robo en Ciudad del Este con características similares al atraco ocurrido el 30 de marzo al vehículo de valores de Brinks en la carretera a Roboré.El uniformado indicó que están alerta y preparados para cualquier eventualidad en la zona, pero indicó que es mejor neutralizar un enfrentamiento con los delincuentes.El coronel Herrera, en contacto telefónico con EL DEBER, explicó que están realizando una movilización de máxima alerta en cumplimiento de una instructiva del Ministerio de Gobierno, cuya máxima autoridad, Carlos Romero, indicó que también se coordinará con las autoridades paraguayas y brasileñas para hacer frente a este tipo de hechos de inseguridad.Por su parte, el fiscal de distrito de Santa Cruz, Freddy Larrea, informó que espera cruzar información con sus pares paraguayos y brasileños para accionar de manera conjunta. Larrea sostuvo, en conferencia de prensa, que la Fiscalía siempre está dispuesta a coordinar acciones conjuntas y que viene trabajando desde que se registró el asalto al carro de Brinks.Al menos tres abatidosLos últimos reportes de la Policía paraguaya indican que los atracadores cruzaron al lado brasileño y fueron repelidos por la Policía Federal, enfrentamiento en el que cayeron tres asaltantes. “Hay un rastrillaje de la Policía Federal en la zona conocida como  San Miguel del Yguazú, Santa Elena e Itaipulandia, que son municipios brasileños colindantes del lago Itaipu, frontera con Paraguay”, explicó a EL DEBER la periodista paraguaya Mariana Ladaga,  desplegada en la zona.Consultado sobre el ambiente entre la población en Ciudad del Este tras el robo, Ladaga respondió que existe mucha preocupación porque nunca antes vivieron algo así. “No nos habíamos sentido tan inseguros antes”, relatóUna noche de terror fue para muchos pobladores el atraco. “Mantuvieron en zozobra y terror a parte de la población durante toda la noche.  Hay gente que no durmió del terror. Hubo gente que estuvo tres horas cuerpo a tierra en medio de la balacera con la Policía”, relató.Por su parte, el gobernador de Alto Paraná, Justo Zacarías, dijo que «la empresa de caudales está destrozada y el ataque causó un caos y terror en la ciudad. Nunca ocurrió algo así en Paraguay», destacó en declaraciones, según AFP.El comandante de la Policía paraguaya, Luis Rojas, dijo no descartar la complicidad de policías uniformados en el asalto. «Es una hipótesis muy válida que hay que analizarla profundamente», enfatizó.Destacan eficaz reacción de BrasilEl ministro del Interior, Lorenzo Lezcano Sánchez, destacó la gran colaboración brindada por la Policía de Brasil para esta investigación. “Más que nunca, se notó colaboración activa en todo sentido de las fuerzas de seguridad del vecino país Brasil. Se detectó la fuga de los criminales hacia el lado brasileño y se comunicó.La reacción fue inmediata, eficaz y eficiente, con elementos de movilización terrestre, aérea y fluvial”, señaló el ministro.En el operativo en territorio brasileño, la Policía incautó camionetas, automóviles, chalecos antibalas, chalecos salvavidas, ametralladoras, munición gruesa, explosivos, cargadores, entre otros elementos bélicos y tácticos, que fueron empleados por los asaltantes en el robo.EL DEBER / Diego Jaramillo